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04/07/2022

Aliados por el bien del paciente y su familia

Por: Anita Larraín

Directora de Cuidado y Servicio al Paciente

La buena comunicación es fundamental para el trabajo en equipo.

Como profesionales de enfermería, trabajamos colaborativamente por el bien del paciente y su familia. Esto exige conocerlos, recordar sus preferencias, vigilar su condición y hacer seguimiento durante todos los momentos de una hospitalización.

Como hacerse cargo del paciente demanda mucha atención, es frecuente que una enfermera o una matrona se perciba “siempre ocupada” y pueda dar la impresión al resto del equipo de salud, de que no está disponible, en condiciones que estar disponible para el resto del equipo -médicos, kinesiólogos, terapeutas, técnicos- e informar a cada cual lo necesario es parte fundamental del cuidado total, elemento integrante de nuestro modelo de práctica profesional. Lograr resultados de salud adecuados en un paciente sólo es posible con el trabajo en equipo, y ese trabajo colaborativo sólo es posible con una comunicación efectiva. 

A enfermeras y matronas nos corresponde comunicar oportuna, eficaz y certeramente, evitando omisiones y errores. Además, para ser confiables y se considere la información que estamos entregando, es necesario comunicar en forma precisa, clara y serena. También la amabilidad, la seguridad e incluso la insistencia con que en ocasiones nos enfrentamos a otro, infunde confianza. Por el contrario, manifestar estar apurada, no tener tiempo, producen poca confianza.

La mala comunicación nos provoca frustración, desconfianza, inseguridad, temor al error y posiblemente insatisfacción laboral. Nuestros sistemas de comunicación no deben estar fragmentados, por lo tanto, es necesario trabajar por lograr fluidez. La pregunta es si es posible lograrlo. ¿Hay interés por parte de cada uno de nosotros por conseguir una comunicación eficaz? Pareciera ser que sí pues es evidente que el propósito que nos mueve a enfermeras, matronas, nutricionistas, médicos, kinesiólogos, terapeutas, químicos, y en general a todos los trabajadores de una institución de salud, es el mismo. Sin embargo, la comunicación dentro del equipo no siempre es adecuada.

Una revisión integrativa del año 2017* encuentra que la comunicación enfermera-médico sigue siendo ineficiente. Muy pocos hemos tenido experiencia de trabajar en equipo siendo estudiantes, en general sabemos poco del ámbito de acción y responsabilidad de los demás grupos profesionales, y una vez que estamos trabajando, el aprendizaje sobre el rol del otro depende de la experiencia directa. A lo anterior se suma que la enseñanza de contenidos que refuercen la comunicación efectiva en los distintos programas de pregrado es muy variada y, en ocasiones, inexistente. En fin, no es un tema fácil y su éxito parece muy dependiente de las características y habilidades de cada persona. Tenemos un desafío importante y esencial al cuidado de la salud del paciente: desarrollar habilidades de comunicación interprofesional en el contexto de nuestro Modelo de Práctica Profesional.

* J Clin Nurs 2017;26:3974-3989