30/05/2022
Dos enfermeras y una matrona nos cuentan cómo sus estudios han enriquecido su trabajo en la práctica.
En el área de la salud, estar actualizándose y estudiando es fundamental para entregar una atención de calidad. Y en esto, juegan un rol importante los postítulos en enfermería, estudios que entregan conocimientos especializados complementarios y estar mejor capacitados.
Tres de nuestras enfermeras de la Clínica, entregan sus testimonios de por qué se especializaron en sus áreas y cómo les ha servido en la vida profesional.
Carolina Díaz, enfermera supervisora de la UPCA, siempre tuvo la inquietud de hacer la especialización en nefrología y diálisis, por lo que realizó el diplomado de la especialidad en la UANDES, el que complementó con la práctica clínica en otros centros de salud, donde pudo participar en trasplantes, procuramientos, diálisis de pacientes crónicos y agudos, etc. Así, luego de casi dos años, logró la especialización, y volvió a la Unidad con otra visión del paciente crítico.
“Adquirí otra mirada de lo que es la enfermería con la especialidad en diálisis, entendí el trasfondo, estoy mucho más atenta a otras cosas y puedo aplicarlo en la práctica. También he podido hacer diálisis en la Clínica y he colaborado con la unidad de diálisis”, explica Carolina.
Para Bernardita Prado, enfermera matrona, especializada en cuidado de la fertilidad humana, “es bueno especializarse, porque en el área de la salud uno siempre tiene que ir aprendiendo y actualizándose para, así, entregar un mejor cuidado. Además, es bueno el crecimiento personal, no solo profesional, al ir desarrollándose en áreas nuevas, no sentirse estancada en un lugar. Se hace más motivante el trabajo cuando hay un desafío nuevo”, asegura.
Bernardita hizo el postítulo en Cuidado de la Fertilidad Humana en la UANDES, el que está enfocado en reconocimiento de la fertilidad. Este programa aborda, entre otras técnicas, cómo lograr un embarazo, a través de la educación a pacientes. “Me ha servido para comprender a pacientes ginecológicas en estudio de infertilidad”, dice.
Constanza O’shea, enfermera navegadora del Centro de Cáncer, cuenta que se interesó por la oncología desde sus estudios de enfermería, cuando hizo el internado en esa área, por lo que, al recibirse, comenzó inmediatamente a trabajar en esa área. Pero sentía que le faltaban conocimientos y quiso profundizar, haciendo un máster en práctica avanzada y gestión de enfermería en la Universidad de Navarra.
“Me gusta oncología porque es un área muy humana, de mucho contacto con la persona y su familia. Además, cada vez hay mayores tratamientos y sobrevivencia, es muy satisfactorio ver cómo los pacientes van avanzando y acompañarlos en ese proceso”, afirma.
Constanza agrega que haberse especializado le entregó más herramientas para tomar decisiones de mejor manera: “Haber trabajado en un país donde está desarrollada la práctica basada en la evidencia, me ayudó a tener una mirada más amplia. Ahora que veo el Centro de Cáncer de la Clínica en funcionamiento, siento que puedo aportar con herramientas complementarias al área médica y así lograr un manejo mucho más integral. Eso te lo permite el estar especializada y capacitada en el tema”.