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26/04/2022

La importancia de la actualización en protocolos de Enfermería

Esta práctica favorece la investigación científica y promueve la actualización de conocimientos para la toma de decisiones frente a una intervención o un tratamiento.


Como es de conocimiento general, en la Clínica tenemos un modelo propio de Práctica Basada en Evidencia (PBE), que considera la mejor evidencia disponible de cara a la atención de nuestros pacientes y sus familias.

Su objetivo es que esta atención sea de excelencia, segura y de calidad para ser un referente a nivel nacional. Busca otorgar cuidados fundamentados en la evidencia científica disponible, pero también ser generadora de nueva evidencia que sustente los procesos de cuidado que se entregan en la Clínica.

“En la ciencia hoy todo avanza muy rápido y un buen cuidado de enfermería debe estar a la vanguardia del conocimiento científico. Es por ello que la evidencia debe ser siempre un factor más a considerar cuando debemos revisar nuestras formas de trabajo”, enfatiza Natalia Quiroga, subdirectora de Enfermería.

Para guiar a los profesionales, estandarizar la práctica y acortar la brecha entre los avances científicos y su aplicación, se estableció la creación de protocolos, normas, guías de procedimientos, entre otras estrategias, a fin de unificar criterios y poner a disposición la evidencia para su correcta ejecución

En este sentido, la subdirectora de Enfermería destaca que cada actualización que se hace en distintas materias, “es cuidadosamente trabajada por enfermeros o matrones expertos y en el documento se plasma el resultado de esta nueva evidencia obtenida de la comunidad científica internacional, además del criterio de nuestros expertos”.

Lo anterior, no solo depura el conocimiento, sino que favorece la investigación científica y obliga a la actualización de los conocimientos para la toma de decisión frente a la intervención y tratamiento más adecuado.

“Por supuesto que estos procesos benefician a nuestros pacientes, pero también ayudan a todos los profesionales de la Subdirección a adquirir prácticas y formas de trabajo de mejor calidad sin tener que realizar en forma individual la revisión de evidencia. Siempre que esta se considere cuando se establezcan revisiones del trabajo que se realiza”, dice Natalia Quiroga.

En este ámbito, y gracias al trabajo conjunto con la Unidad de Calidad, se pretende alcanzar un 100% de actualización sobre estas estrategias, las cuales consideren la mejor evidencia disponible para su práctica.

En 2019, se establecían 75 normas o procedimientos de la Dirección del Cuidado basadas en la evidencia científica, lo cual representaba un total de 90,6%. Por lo que el arduo trabajo que se hace en esta materia no está lejos de alcanzar su propósito.