29/12/2022
A cuatro meses de su llegada, la enfermera jefe de Salud Mental nos habla sobre los nuevos desafíos que enfrenta.
No planificó dedicarse a la salud mental, pero “por cosas de la vida”, el año 2003 llegó al Servicio de Psiquiatría de UC Christus, donde reconoce que, a la semana, ya estaba “enamorada de la psiquiatría”. En ese lugar, trabajó como enfermera clínica, enfermera de día, supervisora y coordinadora, hasta el 2009. Tras una pausa en Australia con su familia por tres años, volvió a Chile como docente a la Universidad de los Andes (donde también estudió Enfermería) y a cargo de Psiquiatría y Médico Quirúrgico, en UC Christus.
“Fue un desafío mayor, pues eran dos servicios, a lo que se sumó la pandemia. Fueron tiempos de incertidumbre, jornadas extenuantes y de tratar de mantener el ánimo de los equipos. Fue un periodo de mucha entrega profesional y de dejar lo familiar de lado”, explica Marisol. Post pandemia renunció a su trabajo por razones familiares, pero a las tres semanas la llamaron de nuestra Clínica y no lo dudó.
¿Cómo han sido estos meses de trabajo en el equipo de salud mental?
Lo principal ha sido acoplarme a la unidad, ya que habían tenido solo una jefatura por muchos años, y el cambio se vivió intensamente. Recibí un área que funciona espléndidamente, con un grupo de trabajo eficiente, profesional y muy humano. Me han recibido muy bien. Paralelamente, he ido haciendo un diagnóstico sobre qué cosas se pueden mejorar. Pero, puedo decir que es una unidad madura, con profesionales altamente capacitados, que tienen un ritmo de trabajo exigente, ya que las cifras sobre patologías de salud mental se han elevado post pandemia y, por lo tanto, estamos muy demandados. El equipo ha logrado tolerar muy bien ese ritmo, lo que habla de su profesionalismo.
¿Hay algún cambio que hayas implementado en la unidad en este corto tiempo?
No teníamos implementada una reunión de discusión de pacientes con el equipo completo. Por lo que estamos generando esta instancia con enfoque en el cuidado y tratamiento, desde la mirada de los distintos profesionales de la unidad. Además, estamos en marcha blanca de lo que en otros equipos se llama la “puesta en común”. Me pareció bastante bueno ponerlo en práctica porque es una especie de resumen de cómo va a ser tu día, en donde expones lo relevante de tus pacientes para el turno. También se han realizado algunas mejoras en infraestructura y en las rutinas.
¿Cuáles han sido y serán tus desafíos como líder del equipo?
Consolidar al staff de enfermeras, ya que me ha tocado mucho recambio de personal de enfermería, más que de TENS. Así, al estar más estable, podremos desarrollar otras actividades. Existe una idea, que venían madurando antes de mi llegada, sobre un proyecto educativo para los pacientes y sus familias, pero también para otros servicios. Además, esperamos reforzar la investigación y educación, que son dos roles que queremos potenciar.
¿En qué consiste este proyecto educativo que mencionas?
Nos gustaría capacitar a nuestros pares de las otras unidades, a pacientes y sus familias.
Muchas veces otros servicios se ven agobiados cuando tienen un paciente con patología psiquiátrica y piensan que es Salud Mental la que se tiene que hacer cargo, pero muchas veces la condición médica de ese paciente no lo permite. Entonces, estos pacientes son un desafío para el equipo de salud completo, por lo que como unidad queremos traspasar nuestros conocimientos en el manejo de estas personas y así, hacer más fácil su quehacer.
Lo mismo con las familias, quienes no saben cómo hacerse cargo, cuidarlos, etc.
¿Qué te ha parecido el modelo de trabajo de enfermería de la Clínica?
Siento como que volví a mi casa, al Alma Mater, porque poner al paciente en el centro de toda la toma de decisión es algo que ha marcado mi vida profesional. Entonces, llegar a una institución que también funciona así, es como que me están hablando en el mismo idioma, ha sido una sintonía al 100%.