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Disautonomía: medidas para convivir con esta condición

Lo principal es reconocer las primeras señales para actuar a tiempo y evitar algún accidente por pérdida de conocimiento.

Muchas personas pueden sentir un mareo de pocos segundos al ponerse de pie rápido, algunas se desmayan ante ciertas situaciones, como una inyección, mientras que otras se fatigan cuando hace mucho calor. Todo esto puede ser normal si se da de vez en cuando, sin embargo, hay un grupo a quienes les pasa más seguido, llegando incluso a presentar irregularidades cardiacas, transpiración, falta de aire, debilidad, mareos y desmayos.

Estos síntomas pueden ser una señal de la presencia de disautonomía, condición que se origina por una inmadurez o alteración del sistema nervioso autónomo, encargado de controlar acciones involuntarias como la frecuencia cardiaca y respiratoria, la presión arterial y el ensanchamiento o estrechamiento de los vasos sanguíneos.

“Cuando se produce un desmayo es, por ejemplo, porque al incorporarse y bajar la presión, el cuerpo no tiene los mecanismos de compensación para mantener la presión o la frecuencia cardiaca adecuadas para suministrar flujo sanguíneo y oxigenación al cerebro”, explica la Dra. Cindy Goldberg, cardióloga del Centro de Enfermedades Cardiovasculares de Clínica Universidad de los Andes.

Causas de la disautonomía

La disautonomía afecta más a mujeres, por razones genéticas, y suele desarrollarse en la adolescencia, por los cambios hormonales y el crecimiento, por eso, en general, se manifiesta menos durante la adultez, pero podría repetirse alrededor de los 70 años.

Algunos componentes externos que también la producen son:

  • Calor: causa vasodilatación y eso disminuye el flujo sanguíneo cerebral
  • Alcohol: tanto un consumo excesivo como en menor cantidad, pero constante, puede provocar una crisis
  • Estar mucho tiempo de pie
  • El consumo de ciertos medicamentos que pueden bajar la presión, como los diuréticos

El diagnóstico suele ser clínico, ya que lo habitual es que la persona consulte luego de más de un desmayo. Para confirmarlo, el examen que se realiza es el Tilt Test, prueba que permite confirmar el diagnóstico y clasificarla en uno de los 4 tipos existentes:

  • Mixta: baja la presión y la frecuencia cardiaca
  • Baja la frecuencia cardiaca, pudiendo incluso haber pausas o asistolia (ausencia de actividad eléctrica en el corazón)
  • Baja solo la presión
  • Pots: síndrome de taquicardia ortostática postural, se produce por estar de pie, lo que da taquicardia y empieza a bajar la presión

De acuerdo al resultado obtenido, es el tratamiento farmacológico y no farmacológico que se indicará. Sin embargo, ya que es una condición, no existe una cura definitiva.

Cómo vivir con disautonomía

La Dra. Goldberg enfatiza que, al ser una condición, los pacientes deben adaptarse y mantener siempre las medidas no farmacológicas, que disminuyen en gran porcentaje los eventos.

Estas medidas son:

  • Evitar exponerse a gatillantes
  • Hidratación constante, más aún en verano. Si ha habido deshidratación, recuperarla lo antes posible
  • Comer con sal siempre
  • Uso de medias compresivas
  • Evitar el consumo de alcohol

“Lo más importante es reconocer cuando uno empieza a sentirse mareado y no esperar a desmayarse, lo que puede llevar a consecuencias graves como TEC cerrado, fractura de nariz, pérdida de piezas dentales, atropellos, entre otros. Entonces, al sentirse mal, hay que recostarse y levantar las piernas de inmediato. No sirve de nada continuar de pie, sentarse, comer algo dulce. Eso deben saberlo los pacientes y sus cercanos”, afirma la especialista.

Durante octubre se celebra el Mes de Concienciación de la Disautonomía, fecha en que se da a conocer esta condición con el objetivo de reducir los retrasos en los diagnósticos, mejorar recursos e investigación y educar sobre la disautonomía.

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