Asfixia por inmersión: saber hacer reanimación cardiopulmonar puede salvar vidas
Se acerca el verano y la temporada de piscinas y, con ello, aumenta de forma considerable el riesgo de accidentes provocados por asfixia por inmersión, sobre todo en niños. Saber cómo actuar ante una situación tan grave, puede salvar la vida de un menor.
Y es que con tan solo 5 centímetros de agua y en tan solo dos minutos un niño se puede ahogar. De hecho, en Chile, la asfixia por inmersión es una de las principales causas de muerte de menores de cinco años y genera secuelas neurológicas en muchos de los pequeños que consiguen sobrevivir. Por esto, es importante no solo adoptar todas las medidas necesarias para prevenir accidentes en torno a las piscinas, sino también saber cómo reaccionar y cómo reanimar a una persona que ha sufrido un ahogo por inmersión.
"Bastan menos de 60 segundos bajo el agua y menos de 3 minutos sin recibir maniobras, para provocar graves secuelas neurológicas y, en los casos más graves, la muerte", explica la Dra. Karen Apablaza, coordinadora de la Urgencia Pediátrica de Clínica Universidad de los Andes.
La supervisión es primordial. Aunque los niños demuestren destreza en el agua, siempre deben estar bajo la vigilancia de un adulto. Asimismo, para prevenir los accidentes, es fundamental el uso de chaleco salvavidas en piscinas, lagos y playas, así como dentro de una embarcación. En este último caso, además, su uso es obligatorio, independiente de si la persona sabe o no nadar.
Pero los accidentes ocurren y es por esta razón que todo adulto a cargo de un menor de edad debería ser capaz de entregar los primeros auxilios, a la espera de que llegue ayuda profesional.
Qué hacer en caso de asfixia por inmersión:
- Sacar al niño (o al adulto afectado) del agua.
- Si el niño respira, ponerlo de costado y llamar a la ambulancia.
- Si no respira, iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar durante, al menos, dos minutos, antes de retirarse de su lado para llamar a una ambulancia.
- No intentar extraer agua de los pulmones.
- No quitar la ropa mojada, ya que la baja temperatura es un factor protector.
Pasos de la reanimación cardiopulmonar (RCP):
A continuación, se describen los pasos a seguir para realizar una reanimación cardiopulmonar, procedimiento de emergencia para salvar vidas cuando la persona ha dejado de respirar o el corazón ha cesado de palpitar producto de un ahogamiento, una descarga eléctrica o un ataque cardíaco.
- Asegurar que la vía aérea, es decir la boca, esté abierta y despejada. Esto se logra con una inclinación de la cabeza y elevación del mentón.
- Iniciar la respiración boca a boca, soplando aire por la boca de la persona ahogada para suministrar oxígeno a los pulmones. Repetir dos veces. Hay que tapar la nariz con los dedos y, en el caso de niños pequeños, se puede abarcar boca y nariz a la vez.
- Iniciar masaje cardíaco con el objetivo de mantener la sangre circulando. Para esto, colocar la palma de una mano (y encima la otra) sobre el esternón (a la altura de las tetillas) y aplicar presión hacia abajo de tal modo que se comprima el pecho al menos 1/3 del tórax (5 cm). Realizar 30 compresiones de manera rápida, sin pausa.
- Volver a dar respiración boca a boca.
- Repetir esta secuencia cinco veces, lo que equivale a alrededor de dos minutos, antes de retirarse del lado de la persona accidentada para llamar al servicio de emergencia o concurrir a una unidad de Urgencia.
- Continuar con la reanimación cardiopulmonar hasta que el niño se recupere o llegue la ayuda.
“Las compresiones dependerán de la edad del niño. Así, en lactantes, se hace rodeando el tórax del menor con ambas manos y comprimiendo con los pulgares en el centro del tórax. Mientras que, en niños preescolares, eventualmente, se realiza con la palma de una mano solamente”, agrega la Dra. Apablaza.