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26/12/2022

Panoramas

Dra. Luz Martínez y su afición por el avistamiento de aves.

Se incorporó hace dos años a la Clínica, como médico jefe de Medicina Preventiva y desde su llegada, confiesa que le llamó la atención la variedad de aves que veía mientras caminaba del estacionamiento a su consulta. “Me di cuenta de que, incluso, podía ver cóndores sobrevolando y, a su lado, otros pajaritos que revoloteaban pero que no lograba identificar. Entonces, me dieron ganas de aprender más sobre ellos”, cuenta.

Al poco tiempo, en las actividades de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes, encontró un Taller de Observación de Aves y junto a su marido, decidieron participar. Según cuenta, se trató de cuatro clases online que finalizaron con un paseo a la desembocadura del río Maipo: “Fuimos por el día a hacer avistamiento de aves y fue muy entretenido. Ahora es común que nos sentemos los fines de semana a verlos en la mañana o en la tarde, que son los mejores horarios para este pasatiempo”. 

En el taller se imparten conocimientos para identificar a las diferentes especies de la zona central, técnicas de avistamiento y reconocimiento. “Comenzamos desde lo básico, como a qué familia pertenecen las aves, cómo se agrupan, parte importante de su anatomía, funcionamiento, entre otros. Este curso abarca solo aves de la zona central, pero si más adelante hay de otras regiones, seguro lo voy a tomar”, confiesa.

Según cuenta, el único requisito que considera necesario para ser parte de este taller es tener ganas de aprender y paciencia para esperar que aparezcan las diferentes especies. 

“Lo que más me gustó de este nuevo hobby –además de conocer– es que me permitió disfrutar los trayectos, conectar con la naturaleza desde otra perspectiva y aprender a apreciar aún más el lugar donde trabajo. Agregué bienestar al día laboral porque aquí tenemos múltiples especies endémicas de la precordillera que podemos observar y disfrutar día a día”, concluye.