29/03/2022
Este equipo, conformado por ocho enfermeras y 8 TENS, se caracteriza por su alegría y trabajo en grupo.
La alegría y el trabajo en equipo son dos características que distinguen la Unidad de Paciente Crítico Pediátrico (UPCP), quienes no solo tratan con pacientes graves, sino también con sus padres y familiares.
Para Alejandra Baier, enfermera jefe de la UPCP y Pediatría, esto es fundamental para desempeñarse en esta área: “todo es en conjunto, es decir, si una enfermera hace un procedimiento, la acompaña una TENS. Si es un médico o el kinesiólogo, también participa una enfermera y/o una TENS. Es más complejo hacer algunas atenciones en niños y así disminuimos las probabilidades de que ocurran problemas. Somos pocos, lo que permite conocernos mucho y eso, a su vez, favorece la comunicación y confianza”.
Esto se refleja en el trabajo diario que también incluye a los papás de los pacientes. “Entendemos que, para ellos, su hijo es lo más importante que existe en la vida, por eso trabajamos en la contención, los hacemos partícipes en ciertas atenciones, qué mejor que el papá o la mamá ayuden, además, a veces nos alertan de algunas cosas. Como somos un grupo chico, es fácil que nos conozcan y logramos una comunicación muy fluida”, explica.
Con el paso de los años esta unidad se ha ido consolidando como un equipo con mucha experiencia en el manejo de pacientes pediátricos y lo que los destaca es la vocación. “Es algo innato, de corazón, se hace con cariño. Esa es la base de nuestro trabajo, el resto se aprende”, explica.
En la UPCP hay cuatro camas de intermedio y cuatro de cuidados intensivos, trabajan nueve enfermeras y seis TENS de cuarto turno, además de una secretaria que se comparte con Pediatría.
TENS
Secretaria: Royselin Pérez
Los trabajadores se duplican durante la campaña de invierno, que ya comenzaron a preparar: “es un cambio gigantesco, reclutamos ocho enfermeras y ocho TENS más, junto a un médico residente para abordar el doble de pacientes. La ocupación varía en un 100%. Las cuatro camas de intermedio se convierten en intensivo, las seis de pediatría se adaptan a camas de intermedio y se suman seis camas de HMQ para pediatría básica”, cuenta Alejandra.
Con ese mismo espíritu se adaptaron durante la pandemia a atender adultos, trabajo inédito para ellos. “Fue un trabajo muy en equipo con la UPCA, en tiempo récord, con mucha disposición de nuestro personal, para quienes solo tengo palabras de agradecimiento. Considero que el trabajo realizado con pacientes adultos es un ejemplo de crecimiento, adaptabilidad y compromiso para nuestra institución”.
Entre las novedades, quieren instaurar un día entretenido para alegrar a los niños con disfraces, por ejemplo. Proyecto que se suma a la posibilidad de traer perros especialistas para interactuar con los pacientes, alternativa que se evaluó prepandemia y que involucra a los papás y al equipo. “Un niño entretenido, se mejora más rápido”, finaliza Alejandra.