Voluntariado a toda prueba

Luego de que el 2020 el voluntariado fuese suspendido por el inicio del Covid-19, este 2021 se retomó cumpliendo con todas las medidas sanitarias. De esta forma, hoy son más de 28 voluntarios, la mayoría alumnos de la UANDES y vecinos del sector. 

Acompañan a pacientes COVID hospitalizados en HMQ y en Pediatría, conversan con ellos, llaman a sus familiares, y hacen más amena esta enfermedad que se caracteriza por ser tan solitaria. “Este año decidimos renacer el voluntariado, porque son más grandes las ventajas de la compañía del paciente, que tenerlos aislados. Además, nos asesoramos y los voluntarios utilizan todos los Elementos de Protección Personal, sin correr ningún riesgo”, explica Gabriela Cuevas, jefa de la Unidad de Voluntariado y Acompañamiento del Paciente y su Familia. 

Son muchos los testimonios que demuestran el impacto positivo que tiene esta iniciativa en los pacientes. Las voluntarias son testigos de estas historias y tres de ellas nos relatan sus experiencias.

Consuelo Manzo:

"Un día tuve la posibilidad de acompañar a un paciente Covid y él no podía hablar porque estaba entubado, pero entre gestos me dio a entender que quería llamar a su hija. Entonces la llamamos desde mi celular y estaba su nieto con ella, y ahí pude ver la conexión que había y la gratitud que él tenía. Aunque no podía hablar, se notaba su emoción y su agradecimiento. Eso a mi nunca se me va a olvidar".

Carla Cuello:

"He tenido muchas experiencias lindas, pero uno de los casos más especiales fue una paciente, a la cual le conté mis orígenes porque yo soy mapuche, y le enseñé algunas palabras de mi cultura en Mapudungún. Aprendió a saludar y yo le decía "papai", que significa abuelita. Entonces ella, a pesar de su enfermedad, se fue muy feliz por adquirir un nuevo conocimiento que a su edad jamás pensó que iba a tener".

Javiera Echeverría:

"Yo acompañé a una paciente que recién había salido del ventilador mecánico por Covid. Ella estuvo un poco más de dos meses hospitalizada, de los cuales yo tuve la oportunidad de acompañarla cinco semanas, dos veces a la semana. Estuve con ella en todos los procesos. Vi cómo volvió a hablar, cómo volvió a caminar, tuve la oportunidad de comunicarla por primera vez con su familia por videollamada. Ahora que se fue de alta, estoy muy feliz".