09/10/2024
Este cargo tiene como propósito desarrollar nuevos programas y fortalecer la prevención.
Desde abril, Daniela Dünner asumió como enfermera coordinadora del Centro de Enfermedades Cardiovasculares, cargo en el que realiza tareas administrativas, clínicas y de educación a pacientes.
Al egresar de enfermería en la Pontificia Universidad Católica de Chile, trabajó ocho años en la UPC Adultos de Clínica Las Condes. Luego, estuvo en la Unidad de Cardiología, donde tuvo sus primeros acercamientos a la cardiología no invasiva para el diagnóstico de enfermedades cardiovasculares, y también trabajó en la Unidad de Medicina Preventiva a cargo de la certificación de altura de CODELCO, para lo que realizó un diplomado de Medicina en Altura.
Tras 20 años en CLC, se le presentó un nuevo desafío: implementar una Unidad en la Ex Posta Central para la realización de procedimientos cardiovasculares no invasivos, que a causa del incendio del Hospital San Borja Arriarán el año 2021, tuvo que recibir pacientes con patologías cardiovasculares complejas. “Por dos años, me dediqué a desarrollarla, con funciones asistenciales, administrativas, educación, gestión y realización de procedimientos. Estaba en esta tarea cuando me llamaron para hacer turnos part time en el Centro de Enfermedades Cardiovasculares de la Clínica, fue increíble mi experiencia y decidí quedarme para enfrentar un nuevo proyecto”, revela.
Lidera un equipo compuesto por cuatro enfermeras, quienes desempeñan diferentes roles. Por un lado, gestionar y unificar los recursos humanos y materiales para el funcionamiento de la Unidad; educar en la prevención de enfermedades cardiovasculares y, por último, un rol clínico, realizando procedimientos tales como electrocardiogramas, ecocardiogramas transtorácico, test de esfuerzo, holter de ritmo –entre otros– en pacientes ambulatorios y hospitalizados. “La figura de la enfermera para nuestros pacientes es fundamental y juega un rol clave, pues se encarga de coordinar, participar, acompañar y educar a aquellos que vienen a realizarse diferentes procedimientos”.
El Centro, además, cuenta con un Programa de Rehabilitación Cardiovascular, que consiste en la planificación de un programa individual de entrenamiento físico, diseñado para pacientes que padecen alguna enfermedad al corazón o tienen factores de riesgo cardiovasculares. A través del ejercicio y el entrenamiento, se introducen cambios fundamentales en el estilo de vida.
Para Daniela, estos meses han sido muy significativos en cuanto a su crecimiento personal y profesional. “Tenemos una gran misión en relación al fortalecimiento de la enfermería ambulatoria. Cada enfermera es un eslabón fundamental tanto en la prevención, como en la rehabilitación, pues tenemos un rol educativo, preventivo, clínico, de investigación, gestión, entre muchos otros. Pero lo más importante es el poder acompañar al paciente en todo su proceso: desde el diagnóstico, evolución, hospitalización, rehabilitación y luego en sus controles post alta. Verlo reintegrarse es el mejor regalo”, cuenta.
Este 2024, el Centro tiene un desafío importante: potenciar e implementar el Programa de Rehabilitación Cardiovascular y Enfermedades Endovasculares, donde se pondrá énfasis en el rol asistencial y educativo, por medio de la creación de herramientas que permitan ofrecer un proceso de rehabilitación integral y seguro para los pacientes. “Nuestro objetivo también es realizar charlas de prevención y manejo de factores de riesgo y desarrollar distintos programas como el de Hipertensión Arterial e Insuficiencia Cardiaca, además de trabajar de forma conjunta con el resto de los programas de la Clínica”, concluye Daniela.
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