09/10/2024
Nuestro coordinador de perfusión llegó hace dos años a integrarse al equipo de cardiocirugía.
El enfermero perfusionista es, entre otras cosas, un profesional altamente especializado en la evaluación, preparación, manejo y desarrollo de la derivación cardiopulmonar o circulación extracorpórea para cirugías cardíacas, cuidados intensivos o cualquier otro uso del Soporte Vital Extracorpóreo (ECMO). Es un miembro indispensable de cualquier equipo cardioquirúrgico.
En esta entrevista, Christian nos cuenta sobre su trayectoria, pasión y los próximos desafíos en su cargo, creando, supervisando y capacitando en un Programa de ECMO que actualmente se encuentra en pleno crecimiento.
¿Dónde estudiaste?
Soy enfermero egresado de la Universidad de Concepción, con un postítulo en cirugía cardiovascular y una especialización en perfusión de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Además, soy perfusionista clínico certificado por el Latin American Board of Cardiovascular Perfusion. Trabajé como enfermero perfusionista durante 18 años en el Hospital Clínico de la UC y 15 años en la CLC. Hace dos años trabajo aquí y fui jefe de los programas de formación de perfusionistas en la UC y en la U. de Chile.
¿Cómo y por qué te dedicaste a esta área?
He tenido mucha suerte y he estado en el lugar correcto en el momento adecuado. Descubrí la perfusión cuando llegué a la Universidad Católica, y me atrajo por su combinación entre medicina, física, hidráulica y dinámica de fluidos. Agradezco profundamente la docencia, ayuda y orientación de un médico de inteligencia y sabiduría superior, el anestesiólogo cardiovascular y Maestro de la Anestesiología Chilena, Dr. Jorge Urzúa (QEPD), quien me guio en este camino.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo?
Lo más importante es que, independientemente del origen del paciente, puedo ofrecer lo que necesita sin depender de su situación económica. También valoro el trabajo en equipo; aunque suene a cliché, es fundamental en cirugía cardiovascular, donde todos dependemos de los demás para lograr el mejor resultado.
¿Qué significa para ti ser un referente en perfusión?
Me causa un poco de pudor que me llamen referente. Reconozco que he tenido la oportunidad de recibir mucho entrenamiento y, después de 34 años de experiencia, disfruto enseñar mi oficio. Creo que el conocimiento no le pertenece a nadie; tenemos la obligación de compartirlo con colegas, futuros colegas y otras profesiones del área de la salud.
¿Cuáles son los próximos desafíos en la Clínica?
Principalmente, quiero participar en el crecimiento y consolidación de un gran Programa de Cirugía Cardiovascular y Soporte Vital Extracorpóreo que estamos desarrollando. Contamos con un equipo de primer nivel, capaz de realizar cualquier tipo de intervención que requieran nuestros pacientes. Además, estamos incorporando nuevas tecnologías y cumplimos con estándares de atención y seguridad de nivel internacional.
El Programa está en marcha; ya realizamos la capacitación general al equipo y ahora nos enfocamos en la capacitación continua. La medicina es dinámica, por lo que la “actualización permanente” es nuestro concepto guía.
¿Algo más que te gustaría sumar?
Solo agregar que amo mi oficio; si se presentara la posibilidad, lo haría todo exactamente igual. Estoy agradecido por las oportunidades que mi profesión me ha brindado, por permitirme conocer el mundo, enseñar lo que sé y, sobre todo, ofrecer a nuestros pacientes siempre la mejor opción.
Por último, quiero agradecer a las familias de todos los perfusionistas por su apoyo y comprensión ante nuestros horarios impredecibles. Su paciencia es fundamental en nuestro trabajo.
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