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12/04/2022

El desafío como Subdirector Médico de Francisco Espinoza

Mantener el sello que nos caracteriza como Clínica, es uno de sus propósitos.



En septiembre de 2020 entrevistamos al Dr. Francisco Espinoza para conocer sobre su nombramiento como jefe del Servicio de Medicina Interna. A menos de dos años, asume un nuevo rol como Subdirector Médico de Gestión y Proyectos Médicos .

¿Cómo tomas este nuevo desafío? 

Lo tomo como un desafío grande. Esta es una subdirección clave para obtener un crecimiento sostenido, armónico y que coloque a la Clínica en una posición de privilegio. Significa estar a cargo de servicios productivos que son fundamentales para el funcionamiento y crecimiento de nuestra actividad en la Clínica: UPCA, Imágenes, Urgencia, el Centro de Cáncer, entre otros. Por otra parte, el desarrollo de nuevos proyectos, cómo hacerlos, por dónde empezar, y a la vez ver por cuáles vías fomentaremos la visión y misión de la Clínica, es apasionante y un bonito desafío

¿Era un anhelo?

Para mí, como alumni liderar un servicio clínico ya era un honor. Este cargo lo veo como un servicio a la Clínica y feliz de que sea desde una posición que potencialmente puede dejar frutos visibles por mucho tiempo si se hace bien. No era una meta u objetivo en mi desarrollo profesional. De forma muy honesta sigo pensando que mi mundo es el clínico, que el anhelo y el valor a lograr es ser buen médico, pero me doy cuenta también de que intentar hacer cosas por los pacientes significa gestionar bien, tener esa urgencia por ayudarlos y crear nuevas opciones para ellos. A nivel macro, este cargo es un poco hacer eso .

¿Cuáles crees que son tus fortalezas profesionales para este cargo? 

Haber hecho siempre más de una actividad en mi carrera lo sentí como defecto, hasta que me di cuenta de que es una virtud, porque a la larga son cosas que se van integrando. Trabajar en un laboratorio, en una empresa biotecnológica, encargarse de coordinar el servicio de medicina interna, ser profesor en el campo clínico, etc., son aspectos que cuando uno los suma te da más herramientas y te hacen tener una visión más global de la institución y de sus necesidades actuales y futuras. De esta unión de mundos me parece que pueden salir proyectos que le den frutos a esta clínica universitaria en las siguientes décadas .

 ¿Cómo han sido estos primeros días?

He tenido un recibimiento muy cariñoso y he comenzado a tener reuniones con los distintos equipos. Para hacer bien el trabajo se necesita que mucha gente te ayude y he tenido bastante receptividad y paciencia. Siempre con un principio de colaboración, de disposición al servicio. Eso es un sello de nuestra Clínica .

¿Cómo ves esta nueva etapa de crecimiento?

Cada paso dado en esta primera etapa fundacional ha sido un éxito, eso nos permite tener hoy equipos cada vez mejor conformados, pacientes y familias que han confiado en nosotros y alumnos de pre y posgrado que se forman en este lugar. El desafío siguiente es seguir creciendo en excelencia y mantener el mismo ADN que atrajo a muchos pacientes y personas a trabajar a la Clínica .

También, dado que somos una clínica universitaria, es importante estar a la vanguardia en el país y en la región. Aprovechar la potencialidad que nos da tener una Facultad de Medicina de prestigio y también ser una Universidad líder en innovación. Debemos perseguir la excelencia, no solo adoptar tecnologías foráneas, sino que permitirse soñar con que un día seremos nosotros los que desde la Clínica desarrollemos nuevas terapias o curemos una enfermedad

¿Cómo mantener el sello que nos caracteriza en este crecimiento? 

Es muy importante que los valores que nos distinguen, los principios que tiene la Clínica, que son esenciales, no se olviden, porque es lo que permite que nuestros pacientes nos vean no solo como como buenos técnicos en salud, sino que, como buenas personas a su servicio: frente al dolor, al sufrimiento y a la enfermedad. Tener al paciente en el centro y la disposición a servir.