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12/07/2021

Embarazo y Covid: principales aprendizajes y desafíos

Reducir los controles presenciales y dar el alta de forma precoz, son algunos de los cambios que se han implementado. Además, del trabajo con pacientes intubadas por patología grave.  

Ya llevamos más de 15 meses desde que comenzó la pandemia en Chile, y esta emergencia sanitaria ha traído diversos desafíos en la atención de los pacientes, especialmente en embarazadas que deben tener sus controles y parto con nuevos protocolos.

El Dr. Horacio Figueroa, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia, comenta que se sabe que estar embarazada es un factor de riesgo para el Covid-19. Si bien hay pacientes que no desarrollan un cuadro grave, hay otras que se complican y deben ser intubadas. Se trata de una situación grave y que tiene implicancias para madre e hijo. En esos casos, las mujeres que tienen menos de 29 semanas, se opta por mantener el embarazo y, pasadas las 32, es recomendable interrumpirlo con una cesárea. 

“Hemos aprendido también que una mujer sana, sin antecedentes de riesgo, con un embarazo normal, no necesita controles tan seguidos. Y algunos de estos podrían ser a distancia. Por ejemplo, se le pueden pedir los exámenes y revisarlos en forma remota, pero el control presencial sigue siendo necesario en algunas oportunidades”, asegura el Dr. Figueroa. 

Agrega que un 98% de las mujeres considera bueno que no se admitan visitas a la maternidad posterior a la pandemia: “Para ellas es muy importante estar solas con su familia en esos primeros tres a cuatro días. Otro aspecto relevante es que se pueden dar de alta en forma precoz, siempre que sea una paciente sana y si ya se maneja bien con la lactancia”, dice. 

PCR POSITIVO

Con respecto a las consultas, quienes tengan PCR positivo deben tener sus controles vía remota, hasta cumplir la cuarentena. Y en relación con la sintomatología, se debe programar una consulta por Telemedicina entre las 23 y 48 horas para monitorear la evolución clínica y dar el resultado del PCR si está pendiente. 

“En ese control es muy importante detectar o descartar la presencia o ausencia de factores de riesgo. Sobre las visitas rutinarias del embarazo, exámenes y ecografías de screening, se posponen hasta el término de la cuarentena y, en quienes tienen indicación de control o ecografía antes de la retirada de la cuarentena, se programa al final de la tarde donde contamos con un espacio designado para exploraciones COVID, con todas las medidas de resguardo y cuidado”, cuenta. 

Además, destaca que no se ha visto que exista transmisión vertical a la guagua. “Al parecer la barrera placentaria es muy buena”, afirma. 

INTERRUPCIÓN DEL EMBARAZO (ADELANTO DEL PARTO)

Uno de los episodios más relevantes en mujeres con Covid-19 es la interrupción del embarazo, la que debe ser caso a caso, considerando los siguientes aspectos: edad gestacional, severidad del cuadro y estabilidad de la madre. El Dr. Figueroa explica que “en embarazos mayores de 32 semanas, la mortalidad neonatal es 0,2 – 1% por lo que la interrupción debería plantearse en pacientes con ventilación mecánica invasiva (VMI). Los requerimientos de VMI no son indicación a priori de interrupción del embarazo. Lo anterior es especialmente cierto en embarazos bajo 28 semanas. Por otro lado, no hay evidencia empírica de que la interrupción del embarazo mejore la función respiratoria materna”. 

En todo embarazo de tercer trimestre debe considerarse la posibilidad de interrupción, especialmente sobre las 32 semanas, ante la presencia de hipoxemia severa o refractaria. Bajo las 30 y 32 semanas se debe considerar, previo a la interrupción del embarazo, la pronación de la madre, bloqueo neuromuscular, ventilación de alta frecuencia y oxigenación por membrana extracorpórea. En madres en VMI debe considerarse la interrupción del embarazo ante signos de hipoxemia fetal o hipoxemia refractaria. 

Una cesárea en paciente intubada tiene algunas implicancias. En la Clínica ya ha habido casos como este. “Una paciente con estas características es muy similar a una anestesia general, que le llega a la madre y al feto. Salen deprimidos, pero una vez que esos efectos pasan, despiertan bien. El riesgo para la madre es exactamente el mismo que existe en una cesárea normal”, cuenta el doctor. 

El trabajo en equipo ha sido clave en estos meses de pandemia. “Todo el equipo ha sido fundamental para implementar nuevos protocolos y también en llevar a cabo nuevas técnicas que nos permitan realizar todo lo que necesitamos para apoyar a las pacientes y sus guaguas en este proceso”, explica.

ESTUDIOS

El año pasado, se realizó el estudio Gestacovid a nivel nacional, con el fin de analizar si las embarazadas tenían mayor riesgo de contagio o agravamiento por el virus, si había que tomarles PCR a todas, cómo era su comportamiento y si era similar a los demás pacientes. Para esto se creó una red nacional, cuya coordinación del trabajo fue muy buena y con un porcentaje importante de las maternidades de Chile.

“Los principales hallazgos fueron que estar embarazada es factor de riesgo de ingresar a una UCI y necesitar ventilación mecánica, además de tener parto prematuro”, finalizó el Dr. Figueroa.