Exitoso encuentro en Pamplona

Entre el 22 y 24 de septiembre se realizó de manera presencial y online el Simposio Internacional de Reconocimiento Natural de la Fertilidad en Pamplona, España. La actividad estuvo organizada por la Universidad de Navarra, el proyecto Veritas Amoris y la Clínica Universidad de los Andes.

Durante el simposio se trataron los fundamentos antropológicos que permiten comprender los métodos naturales para regular la fertilidad como una opción que fomenta y desarrolla una sexualidad centrada en el otro como vehículo de donación. Además, se abordaron temas relacionados a cómo enseñarlos para que se comprendan como un estilo de vida sano y, también, la parte médico-técnica que se relaciona con los diferentes métodos de reconocimiento de la fertilidad y su aplicación.

El Dr. José Antonio Arraztoa, coorganizador del evento, explica que "el mensaje central fue que los métodos de reconocimiento natural de la fertilidad no son simples opciones anticonceptivas, una especie de anticonceptivo católico o natural, sino que son estilos de vida donde la sexualidad está centrada en la vida en pareja, no individualmente, y permiten ser un modo eficaz de cultivo de los afectos para la vida en pareja. De esta manera, se reconoce el valor personal del cuerpo humano y su necesidad de integrarlo a los aspectos afectivos de la relación humana personal". 

Asimismo, se destacó la medicina al servicio de la esperanza, tan necesario en estos tiempos de pandemia e incertidumbre. También se profundizó en las opciones terapéuticas para la infertilidad que no descuiden el respeto a la dignidad de la mujer y del embrión, ofreciendo medios técnicos eficientes para lograr embarazos. Por último, se ahondó en técnicas que permitan vivir la paternidad responsable sin afectar negativamente la relación de pareja.

Como director del Simposio, el Dr. Arraztoa asegura que, tanto los aspectos formales como los de fondo, resultaron muy satisfactorios: "Con más de 3 mil asistentes, de 67 países, logramos cumplir con los objetivos que nos planteamos. Desde la perspectiva de la Clínica y nuestra Universidad fue muy importante ser coorganizadoras, con presencia activa en las ponencias -se realizaron cuatro conferencias por nuestro equipo PROCEF, que está presente en la Clínica y la Universidad- además participamos en dos mesas redondas. Se establecieron contactos internacionales que posibilitan continuar con nuestro trabajo y, a la vez, posicionar nuestro programa a nivel mundial".

Agrega que, si bien el trabajo en estos temas es de largo aliento, el Simposio permitió dar a conocer lo que se realiza en nuestro país y establecer contactos internacionales. "Nuestro Programa ya venía realizando reuniones clínicas en conjunto con la Clínica Universidad de Navarra sobre este tema, reuniones a las cuales solicitaron incorporarse profesionales de otras latitudes. Estos encuentros permiten compartir experiencias, optimizar tratamientos y proponer investigaciones en esta área", finaliza.