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06/06/2024

La estadía del Dr. Javier Zelada en Clínica Universidad de Navarra

El jefe de la Unidad de Medicina Transfusional participó durante tres meses en una estancia formativa en Terapia Celular.

Aprender sobre el manejo clínico de pacientes trasplantados de médula ósea, junto a las terapias más actualizadas para su adecuado tratamiento, fue el enfoque de la estadía que hizo recientemente el Dr. Javier Zelada en España.

Además, el especialista se capacitó clínicamente en terapia con células CAR-T, abordando todo el proceso de manufactura –como transfección del CAR, activación y expansión celular– que se debe realizar en el laboratorio y posteriormente, con los pacientes para su óptimo funcionamiento.

Aquí, nuestro jefe de la Unidad de Medicina Transfusional nos cuenta sobre sus aprendizajes y nuevos desafíos tras esta estadía de tres meses en una estancia formativa en Terapia Celular en una de las clínicas más prestigiosas y reconocidas en investigación celular.

  • ¿Cómo y por qué se planificó esta estadía?

Por el requerimiento de potenciar el Programa de Trasplante de Médula Ósea y capacitarme clínicamente en terapia con células CAR-T. Yo ya tenía una formación teórica de ocho meses que realicé en la Universidad Central de Cataluña y la idea era complementar con la práctica. La terapia con células CAR-T –a modo sencillo de explicar– es una técnica basada en la expresión de un receptor antigénico quimérico en la superficie celular de los linfocitos T autólogos del paciente, la cual se logra realizar in vitro en un laboratorio, mediante un vector viral, o de otro tipo, para insertar la secuencia genética que codifica el CAR al DNA del linfocito. Esto se traduce básicamente en recolectar células del sistema inmune del paciente, específicamente linfocitos T, e introducirles un receptor diseñado por ingeniería genética que es capaz de reconocer la célula maligna y atacarla. Esta terapia está dirigida a pacientes recaídos de su enfermedad o refractarios a tratamientos médicos habituales. Yo ya tenía una relación con los médicos de Clínica Universidad de Navarra (CUN), quienes habían sido invitados a un curso que organizamos en nuestra Clínica hace dos años y siempre mantenemos una comunicación fluida en relación a casos clínicos más complejos.

  • ¿En qué consistió?

Estuve el primer mes viendo pacientes hospitalizados –principalmente receptores de trasplante de médula ósea– además de participar en las visitas a pacientes que recibieron terapia con células CAR-T. Ahí pude ver y aprender el manejo del día a día, las complicaciones médicas que surgen y los distintos protocolos para ello, además de participar de las distintas reuniones clínicas habituales del Servicio.

El segundo mes estuve viendo el post y pre-trasplante en pacientes ambulatorios, además, aproveché de aprender más de cerca el proceso de aféresis de células madre, células CAR-T y técnicas de inmunoadsorción para el manejo de rechazo de órganos sólidos. Pude conoce también el Centro de Estudios Clínicos de CUN y ver los estudios de CAR-T y anticuerpos bioespecíficos para mieloma múltiple y otras terapias innovadoras para leucemias.

Ya en el tercer mes lo predominante fue conocer el Laboratorio de Terapia Celular en profundidad, donde me enseñaron sobre los protocolos de manufactura de CAR-T, procesos de criopreservación, obtención de linfocitos T del donante y modificaciones mediante selección magnética de los injertos para pacientes receptores de médula ósea, con el objetivo de obtener distintos tipos celulares dependiendo del caso. Además, pude estar en la manufactura de CAR-T experimentales, que eran CAR-T CD45 RA (-) de donantes sanos (allo-CAR-T), en que se separaba un subtipo de linfocitos (T de memoria), que generan menor riesgo de enfermedad injerto contra huésped, y a estos se les transfectaba con vectores no virales la secuencia del CAR. Me dio una visión más completa de estos tratamientos.

  • ¿Cuál es la importancia de haber podido estar allá y adquirir nuevos conocimientos?

Nuestra especialidad avanza rápido y hay que estar actualizados. Todo esto se aprende con un maestro al lado y literal viendo y tocando, pues no es posible ser experto solo a través de textos y papers. Para nuestra Clínica, es fundamental tener un equipo humano altamente especializado y formado en lo último que se está haciendo a nivel mundial y en lo que viene hacia el futuro, ya que nuestra meta es ser un Centro de Cáncer de referencia.

La idea de este viaje tiene justamente como objetivo final el bienestar de nuestros pacientes y formar un equipo de trasplante de médula más consolidado, para en un futuro cercano, traer la terapia con células CAR-T.

  • ¿Qué saca en limpio de este viaje?

Principalmente, la importancia y beneficio de conocer centros de referencia, estar al día con los conocimientos de lo que hacen allá y ver cómo funcionan los procesos tanto médicos como administrativos. Fue una muy bonita experiencia, en lo familiar, me hizo unirme mucho más a mi señora e hijos, nos acompañamos y los disfruté mucho. Además, estuvo la posibilidad de conocer otros grupos de trabajo y otras formas de trabajo asociadas a una cultura diferente. Lo que deja eso es impagable.

  • En cuanto al Programa de Trasplante de Médula Ósea, ¿qué se viene próximamente?

Este Programa ofrece tratamiento para ciertas enfermedades hematológicas, como: leucemias agudas, linfomas, mielomas y aplasias medulares, mediante el uso de células madre del mismo paciente o de un donante. En cuanto a este, esperamos aumentar progresivamente el número de pacientes trasplantados y poder realizar la criopreservación de las células madre prontamente en nuestro Centro de Cáncer –que permitiría descongelarlas fácilmente– y así poder avanzar en el programa de CAR-T. Además, esperamos generar prontamente un curso con médicos de Clínica Universidad de Navarra, con el objetivo de seguir adquiriendo nuevos conocimientos y conversar sobre las últimas actualizaciones.