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31/05/2023

Trayectoria y desafíos del Dr. Luis Herrada

Llegó a la Clínica como jefe del Servicio de Urgencia, con el objetivo de desarrollar un importante plan de crecimiento en la Unidad.

El Dr. Luis Herrada, ingresó el 2000 a la Facultad de Medicina UANDES, para egresar el 2007. Entonces, entró a trabajar en el Servicio de Urgencia de la Clínica Dávila y, en enero del año siguiente, se fue al SAMU Metropolitano, donde recién supo de la existencia de una especialidad llamada Medicina de Urgencia.

El 2009 postuló a la beca en la Universidad de Chile, y comenzó su rotación por las diferentes urgencias de Santiago. El 2013 ingresó la Clínica Las Condes, donde fue jefe de Urgencia y Rescate hasta el 2021. Luego, hasta antes de llegar a nuestra institución, estuvo como subdirector médico de la Clínica Dávila Vespucio. “Aprendí muchas cosas, entre ellas a gestionar un hospital desde la mirada de la Dirección, lo que me sirvió muchísimo para entender más sobre múltiples procesos. Sin embargo, empecé a extrañar a mis pacientes, las ambulancias y reanimadores. En el fondo, todo eso que me hace vibrar como médico”, cuenta el Dr. Herrada.

Entre sus pasatiempos favoritos están la música, leer, estar en familia y salir de pesca. Al jubilar, se ve radicado en un pueblo rural al sur de Chile, atendiendo pacientes con dolencias leves.

Hoy, tras casi dos meses en su nuevo cargo de jefe del Unidad de Urgencia, las ambiciones son distintas: convertir a nuestra Urgencia en un referente a nivel nacional, tanto en la excelencia clínica como en lo docente.

¿Cuál fue el primer acercamiento que tuvo con la medicina?

Entre tercero y cuarto medio, comencé a realizar un voluntariado de atención al enfermo en un hogar de adultos mayores en Ñuñoa, llamado El Buen Samaritano. Esa fue mi primera aproximación, pues junto a otros compañeros, nos encargábamos de administrar a los adultos mayores sus medicamentos, conversar, contenerlos, hacerles compañía. Sin embargo, diría que siempre quise ser médico, la vocación de servicio es parte de mí desde que tengo memoria.

Como alumni UANDES, ¿cómo recuerda esa época?

Con mucho cariño. Sin duda, la Universidad de los Andes es un tremendo espacio para aprender, pues cuenta con una disciplina muy bien definida que te invita a sortear importantes desafíos académicos. Además, al egresar y convivir con otros médicos, me di cuenta de que existía un sello UANDES súper evidente, que nos invita a centrarnos 100% en el paciente, respetar su dignidad y querer hacer las cosas diferente. En el fondo, es tan importante la labor que realizamos, que debe haber un trabajo muy bien hecho y eso te lo va inculcando la Universidad, los profesores, las actividades que se desarrollan ahí mismo. Y por eso volví para realizar estudios de postgrado.

¿Cuáles son los principales desafíos como médico jefe del Servicio de Urgencia?

Cuando me siento en esta silla, siento el peso de estar –probablemente– en la mejor Urgencia del país desde el punto de vista de satisfacción usuaria, donde los procesos clínicos se dan, donde existe una cultura de trabajo que está muy desafiada, que parte de una base muy alta. El servicio estaba consolidado y ahora hay que ir avanzando hacia otros propósitos, que es lo más difícil. Abril fue un mes de diagnóstico para mí y ahora, estamos muy centrados en la Campaña de Invierno, pero también en desarrollar una planificación de aquí a cinco años. Sin duda, el gran desafío es que transformemos esta Urgencia en una donde se reciban más de 60.000 visitas al año, con pacientes de alta complejidad y que seamos un referente a nivel nacional, tanto en la excelencia clínica como en lo docente.

¿Qué debe tener una urgencia para ser de primer nivel?

El ´desde´ vendría siendo cómo llegan los enfermos, los procesos que se ponen en práctica dentro y cómo salen los pacientes de aquí. Sin embargo, al mirar modelos de servicios de urgencia modernos, aparecen otras ventanas: los liderazgos; cómo aseguramos la calidad de nuestros equipos y procesos; cómo nos preocupamos del bienestar de los equipos; cómo son los modelos de TI, entre otros. Además, cómo piensa el médico de urgencia, quien tiene entre 10 a 30 segundos para hacer el diagnóstico de una enfermedad grave y así salvar la vida del paciente.

¿Qué tan relevante considera el trabajo en equipo?

Dentro de los nuevos modelos de urgencia, el manejo y trabajo en equipo continuo es una de las grandes claves del éxito. Actualmente, nosotros nos estamos reuniendo todas las mañanas para reforzar el rol de cada uno frente a una emergencia grave. Sin duda, los equipos realmente funcionan y alcanzan su máximo potencial cuando trabajan de forma interdependiente con el resto de los equipos de la Clínica y eso es fundamental para obtener los resultados deseados.