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16/05/2022

Primera cirugía de epilepsia en nuestra Clínica

Este equipo quirúrgico llama a neurólogos y otros especialistas, a derivar tempranamente a evaluación a los pacientes con epilepsia refractaria.

En abril, se realizó la primera cirugía a un paciente que llevaba años con epilepsia refractaria, convulsionando pese a los tratamientos. Esta cirugía fue realizada por un completo equipo y   liderado por el Dr. Hernán Acevedo, neurocirujano.

“El diagnóstico del paciente correspondía a una epilepsia del lóbulo temporal y en la resonancia cerebral se demostró una lesión que podría corresponder a una esclerosis temporal. Pero la biopsia arrojó una displasia cerebral, esto es parte de los posibles resultados posteriores en el análisis de anatomía patológica y que nos ayudan a entender la enfermedad y establecer pronósticos. Teniendo en cuenta lo anterior, lo que hicimos fue resecar esa zona del lóbulo temporal que generaba sus crisis y quitar el “motor” principal de su epilepsia refractaria. Entonces se reducen las crisis o incluso pueden llegar a cero. Si embargo, es importante aclarar que el paciente mantiene sus medicamentos antiepilépticos”, explica el Dr. Acevedo, especialista en neurocirugía vascular, base de cráneo y cirugía de epilepsia.

Agrega que “se logró hacer una congruencia eléctrica clínica e imagenológica de que el origen de las convulsiones venía de un sitio especial. Al momento de resecar anatómicamente esas zonas, nuestro objetivo fue quitar el motor principal de la epilepsia, sin dejar ninguna repercusión en la función del paciente de forma global, sin secuelas y entregarle una mejor calidad de vida”.

Los pacientes que califican para este tipo de intervención son quienes padecen epilepsia refractaria, es decir, que son refractarios al tratamiento farmacológico. Pacientes que tomen dos o más antiepilépticos por un tiempo prolongado y, pese a utilizar múltiples fármacos, mantienen las crisis epilépticas

“Esta enfermedad va deteriorando la calidad de vida de las personas, su función cognitiva global y posibles interacciones futuras. Por lo que, ante este problema, existen equipos multidisciplinarios que evalúan la posibilidad de cirugía de epilepsia, formados por neurólogos, psicólogos, psiquiatras, terapeutas ocupacionales, neurocirujanos, etc. Si este equipo determina que es un buen candidato, nosotros ofrecemos la cirugía que puede ser con dos fines: dejar al paciente sin crisis, lo que sería resolutivo, o disminuir la cantidad de crisis con fines paliativos, es decir, que en pacientes que tienen hasta 100 crisis semanales o más, reducirlas a un número más tolerable, lo que implica un impacto importante en la persona y su familia”, señala el Dr. Acevedo.

Junto con lo anterior, el neurocirujano enfatiza la importancia de la derivación a una evaluación a tiempo en los casos de epilepsia refractaria: “Mientras más pronto, mejor van a ser los resultados. Eso es lo que pedimos a los neurólogos u otros médicos. El trabajo de ver si una persona es o no candidata a cirugía corresponde a los equipos de cirugía de epilepsia. Pero con el solo hecho de que tengan la noción o intención de que el paciente sea evaluado y que no pasen diez años convulsionando, ya es un gran avance”.

La realización de esta cirugía depende de todos los elementos de estudio y la particularidad que arrojen los pacientes. “Puede que tengamos un paciente que además se le diagnostique un tumor cerebral o una lesión vascular como un glioma, metástasis o un cavernoma, y también presente epilepsia. Entonces nuestra técnica neuroquirúrgica, basada en el estudio multidisciplinario, trata el problema estructural que tiene en el cerebro, pero a la vez tiene un impacto sobre el circuito de epilepsia. Así, al tener un efecto sobre esos dos factores, damos una gran oportunidad al paciente al tratar tanto la enfermedad que causó la epilepsia, como las crisis epilépticas que le generan una mala calidad de vida”, comenta el Dr. Acevedo.

En relación a los resultados de esta primera cirugía en nuestra Clínica, el doctor explica que se ven a mediano o largo plazo. “Hasta ahora, el paciente lleva alrededor de un mes de operado y no tiene crisis, lo cual es muy bueno. Pero hay que esperar por lo menos un año”, finaliza.