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10/01/2022

Conoce el testimonio de uno de nuestros pacientes

Carmen del Pino, de Chiloé, agradece la atención de todo el personal, destacando la calidez, amabilidad y respeto que recibió durante su estadía y tratamiento.


Desde mi Putemún querido, en Chiloé, llegué junto a mi compañero de vida, por casi cuatro décadas, al Centro de Cáncer de Clínica Universidad de los Andes, en el que quizás ha sido, el momento más vulnerable de mis sesenta años.

En la pieza, un hermoso cuadro de la Virgen María y por la ventana un cerro abarcando mi vista. 


He sido atendida por muchas personas en estos días, todas muy importantes para mí, en sus distintos roles laborales. Todos con una calidez abrumadora, que ni la pandemia, ni las mascarillas, ni la distancia física, exigidas como medidas preventivas, han podido mermar.


Todos y cada uno han sido, en extremo, amables, eficientes y respetuosos. 

Las manos del Dr. Francisco López son especiales, aterciopeladas; la bondad de sus ojos y la generosidad de su voz fueron para mí, un bálsamo en estos días de emociones profundas.

Llegué con lágrimas de pena, me voy con lágrimas de gratitud.

Muchas gracias a todos por arroparme en medio de tanta fragilidad física y emociones.

¡Por siempre en mi memoria estarán!

Con cariño,
Carmen del Pino
26 de noviembre del 2021