Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Fractura de muñeca: en qué consiste y cuál es su tratamiento

Esta lesión suele darse por caídas y se puede reconocer por dolor, hinchazón y deformidad.
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La muñeca es la articulación que une los huesos del antebrazo (radio y cúbito) con los de la mano (carpo). De estos, el más grande y que sufre más fracturas es el radio.

El Dr. Nicolás Thumm, traumatólogo del equipo de mano y extremidad superior de Clínica Universidad de los Andes, explica que la lesión se produce generalmente por una caída con apoyo de la mano, por lo que es más habitual en personas jóvenes con traumatismos de alta energía (accidentes deportivos o automovilísticos) y en adultos mayores que sufren accidentes menores, pero que habitualmente tienen osteoporosis. 

El especialista asegura que se puede reconocer porque posterior a la caída, aparece dolor, hinchazón e incluso deformidad a nivel de la muñeca. En ese momento, recomienda aplicar frío local y poner la mano en alto utilizando un cabestrillo o venda. Eventualmente se pueden administrar analgésicos o entablillar. Pero, de todas formas, aconseja consultar.

El diagnóstico de fractura de muñeca se confirma con una radiografía de muñeca, en la que, además, se ve el grado de desplazamiento y compromiso de este. También es útil para confirmar o descartar la presencia de otras lesiones en los huesos de la muñeca. Muchas veces es necesario complementar el estudio con un TAC (tomografía axial computada) que entrega información en dos y tres dimensiones respecto a características de la fractura, como la presencia de fragmentos que comprometen la articulación y el grado de desplazamiento de estos. 

Tratamiento para fracturas de muñeca
El Dr. Thumm sostiene que el objetivo del manejo es permitir que el radio consolide (cicatrización del hueso) en la posición más anatómica posible, es decir, similar a como era antes de lesionarse. 

“La principal secuela de la fractura del radio distal es la artrosis postraumática, que en general, es mayor mientras más desplazada consolide. Las fracturas que no están desplazadas pueden manejarse con inmovilización (yeso) por seis semanas aproximadamente, mientras que las que lo están, deben evaluarse para considerar una reducción ortopédica y manejo con yeso, o una cirugía”, afirma el Dr. Thumm. 

De acuerdo a la complejidad de la fractura y lesiones asociadas, se elige la técnica quirúrgica. Una de las cirugías más frecuentes es la reducción abierta y fijación con placa bloqueada, que puede ser ambulatoria o requerir una noche de hospitalización. Luego, la mayoría puede comenzar a utilizar su mano para cosas simples al día siguiente y progresivamente se incorporan más actividades en la medida que la inflamación disminuye y la fractura va consolidando. 

En general, es necesario sumar rehabilitación con kinesiterapia para trabajar la movilidad, fuerza y destreza de la extremidad comprometida. 

“Con un adecuado manejo de la fractura y rehabilitación bien realizada, gran parte de los pacientes ya están practicando deportes y la mayoría de sus actividades sin limitación en un plazo de tres meses”, concluye el Dr. Thumm. 
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