La deglución es un proceso vital que permite el paso de los alimentos, líquidos y saliva desde la boca hacia el estómago. Cuando este mecanismo se altera, se produce disfagia, una condición que puede generar dificultades para alimentarse, desnutrición, deshidratación y un impacto directo en la calidad de vida. En casos graves, la disfagia compromete la seguridad del paciente al permitir que el contenido ingrese a la vía respiratoria, provocando neumonía por aspiración y aumentando el riesgo de hospitalización.
En el Centro de Voz y Deglución de la Clínica Universidad de los Andes, contamos con un equipo de fonoaudiólogos especializados en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de deglución en niños, adultos y personas mayores. Nuestro objetivo es restablecer una alimentación oral segura y eficaz, evitar complicaciones respiratorias y reducir la necesidad de sondas o dietas modificadas. Además, entregamos orientación a cuidadores y familiares, promoviendo la autonomía y mejorando la interacción social asociada a la alimentación.
En nuestro Centro, la enfermera recibirá el caso y agendará un examen conjunto entre otorrinolaringólogo y fonoaudiólogo para hacer el diagnóstico a nivel multidisciplinario a través de una evaluación funcional endoscópica de deglución por medio de nasofibroscopía (FEES, por sus siglas en inglés).
En conjunto, determinarán el tratamiento y, en caso de ser necesario, se podrían sugerir exámenes complementarios, como videofluoroscopía, electromiografía laríngea o evaluación de la función esofágica.
Electromiografía de superficie
Para realizar una evaluación clínica de la actividad y funcionalidad de los músculos participantes en la deglución. Se utiliza en pacientes que presentan alteración en los músculos implicados en el proceso deglutorio: posterior a un ataque cerebrovascular; enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y esclerosis múltiple; síndrome de Guillain-Barré, entre otros.
Entrega biofeedback al paciente de la correcta realización de ejercicios, a través de un juego que es controlado por su actividad muscular, pudiendo así visualizar los resultados de manera inmediata y hacer ajustes si es necesario. También es capaz de almacenar la información del paciente, obteniendo el registro histórico y de evolución.
Es un dispositivo portátil pequeño que cuenta con dos electrodos que se posicionan en el grupo muscular que se quiere monitorear. Se conecta a un dispositivo Android o iOS.
Equipo Iowa
Oral Performance Instrument (IOPI)
Dispositivo portátil útil para ejercicios de fuerza y resistencia lingual, claves para la recuperación de la deglución. Se utiliza en pacientes que presentan alteración en los músculos implicados en el proceso deglutorio: posterior a un ataque cerebrovascular; enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y esclerosis múltiple; síndrome de Guillain-Barré, entre otros. También puede usarse en niños para hacer más lúdico el entrenamiento.
Permite comparar los registros de los pacientes con los parámetros esperados para su rango etario. Entrega biofeedback al paciente, pudiendo visualizar con mayor facilidad el rendimiento y avances durante las sesiones terapéuticas.
Consta de un bulbo (globo pequeño) que se introduce en la boca, para medir y registrar tanto la fuerza como la resistencia de los labios y la lengua.
Equipo de electroestimulación faringolaríngea
Dispositivo único en Chile de electroestimulación que, a través de electrodos superficiales que emiten pulsos eléctricos, activa los músculos implicados en la deglución, tanto a nivel sensitivo como motor. De manera simultánea, el fonoaudiólogo combina esta estimulación con ejercicios específicos funcionales.
Se utiliza en pacientes que presentan alteración en los músculos implicados en el proceso deglutorio: posterior a un ataque cerebrovascular; enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y esclerosis múltiple; síndrome de Guillain-Barré, entre otros.
Cámara intraoral
Cámara pequeña que cuenta con luz propia y permite la visualización interna de cavidad oral y faríngea. Permite observar estructuras, presencia de alteraciones anatómicas y de residuos posterior a la alimentación. Es útil para el monitoreo de progresos y biofeedback durante el proceso terapéutico. Además, sirve para demostrar al paciente la presencia de residuos en la cavidad oral y dar biorretroalimentación de sus resultados.
Se utiliza en pacientes que presentan alteración en los músculos implicados en el proceso deglutorio: posterior a un ataque cerebrovascular; enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y esclerosis múltiple; síndrome de Guillain-Barré, entre otros.