Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Cuidado de la salud bucal en los más pequeños

Prevenir y tener buenos hábitos es fundamental para tener dientes sanos.
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Sin duda la detección precoz de patologías en etapas tempranas permite tener un mejor pronóstico, y eso a la vez favorece la mantención de una buena salud bucal desde los primeros años de vida. En ese contexto, no sólo es importante tener una buena higiene, sino que también son necesarios los controles periódicos con el odontopediatra para prevenir el desarrollo de caries y conocer los hábitos de autocuidado.

La Dra. Rebeca Tapia, odontopediatra de Clínica Universidad de los Andes, señala que “desde que nacemos debemos cuidar nuestra salud bucal. En los primeros años, lo ideal es que el cepillado sea realizado por un adulto”.

Después de que cumplan un año, es recomendable usar un cepillo de dientes adecuado, de cerdas suaves y en relación con el tamaño de la boca del niño. Esto es muy importante ya que una mala elección puede provocar molestias y disminuir la motivación por el cepillado. Lo ideal es que el cepillado se realice, al menos, dos veces al día.

“Poner el cepillo en todas las caras del diente en cada cepillado es un buen hábito de limpieza. Dedicar el tiempo necesario también es una excelente recomendación, ya que una limpieza rápida no será tan efectiva como un cepillo más pausado y que abarque todos los dientes y la lengua. Otro consejo es que realicen la limpieza frente al espejo, para que puedan verse y repetir el mismo procedimiento de buena forma”, sostiene la Dra. Rebeca Tapia.

La odontóloga entrega las siguientes recomendaciones con respecto a cuál es la mejor técnica para un buen cepillado:

• El cepillo dental debe tener cabeza pequeña y cerdas suaves.

• Para el uso de pasta fluorada se deben seguir las indicaciones del odontopediatra.

• Los adultos deben cepillar o supervisar el cepillado dependiendo de la edad del niño.

• Cepillarse mínimo dos veces al día y especialmente antes de ir a dormir.

• Cepillar todas las caras de los dientes unas 10 veces y también la lengua.

• El cepillado debe durar aproximadamente cinco minutos.

• Se debe reemplazar el cepillo cada dos o tres meses.

“También es necesario que el cepillado de dientes se realice siempre en el baño, donde el niño reconozca ese espacio como un lugar donde se realiza esa práctica. Explicarles la importancia de la limpieza y tener a su alcance el cepillo de dientes, permitirá que cree un hábito saludable y perdurable en el tiempo. Con respecto a la cantidad de pasta que debe usar cada niño, debe ser supervisada siempre por un adulto”, sostiene la Dra. Tapia.  

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