Cómo reconocer un ataque de vesícula
Los cálculos en la vesícula biliar son una de las patologías digestivas más comunes en Chile y en el mundo. A menudo están presentes sin causar síntomas, pero cuando se manifiestan, lo hacen a través de un dolor agudo e intenso que puede confundirse con otras afecciones abdominales.
La vesícula biliar se ubica en la parte superior derecha del abdomen y su función principal es servir de depósito de la bilis, almacenando, concentrando y bajando el pH de la bilis, que es producida por el hígado, para ser entregada a través de las vías biliares al duodeno facilitando la digestión. El problema se produce cuando se obstruye parcial o completamente el conducto de salida hacia la vía biliar.
La gran mayoría de las veces, esto ocurre por la presencia de cálculos, depósitos duros de colesterol que se forman dentro de la vesícula biliar. “El cálculo obstruye el conducto por donde drena la bilis desde la vesícula al intestino delgado, generando un aumento de la presión en la vesícula, lo que causa dolor abdominal intenso. A esto se le denomina ataque de vesícula, colecistitis o cólico biliar, dependiendo del avance del problema”, explica el Dr. Carlos Rivera, cirujano digestivo de Clínica Universidad de los Andes.
Reconocer un ataque de vesícula
El dolor es el síntoma principal y suele aparecer repentinamente. Se localiza en la parte superior derecha del abdomen, bajo las costillas, y puede irradiarse hacia la espalda o al hombro derecho.
Otros síntomas comunes incluyen:
- Náuseas y vómitos
- Sensación de distensión abdominal
- Dolor que empeora después de comer, especialmente comidas grasas
- Fiebre en caso de infección
- Coloración amarilla en piel o en los ojos (ictericia), si hay obstrucción de la vía biliar
“Lo más frecuente es que el dolor se presente después de una comida abundante o rica en grasas, pero también puede ocurrir en ayunas. Además, si se tiene alguno de estos síntomas, hay que consultar”, aconseja el Dr. Rivera.
¿Qué hacer ante un ataque de vesícula?
Para calmar el dolor, suelen administrarse analgésicos intravenosos o antiespasmódicos hasta que disminuya la inflamación. Habitualmente, los síntomas ceden a los dos o tres días, sin embargo, es probable que la vesícula vuelva a inflamarse. Por eso, se recomienda someterse a una cirugía electiva para extirpar la vesícula a la brevedad de modo de evitar complicaciones. Pero, cuando estas medidas no dan resultado, se efectúa la cirugía de urgencia.
En la mayoría de los casos, se realiza una colecistectomía laparoscópica, técnica mínimamente invasiva que permite una recuperación más rápida y menos dolorosa. Requiere no más de un día de hospitalización y se puede volver a las actividades habituales antes de una semana o diez días.
Cuándo ir a un Servicio de Urgencia
Un cuadro de dolor abdominal que no cede y que comienza, además, con:
- Náuseas
- Vómitos
- Temblores
- Fiebre
- Coloración amarilla de piel y mucosas
- Orina de color café oscuro
Un ataque de vesícula no tratado puede derivar en cuadros graves como:
- Colecistitis aguda (inflamación e infección de la vesícula)
- Pancreatitis biliar
- Perforación o gangrena de la vesícula
- Obstrucción del conducto biliar común

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