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Al colegio por primera vez: 11 consejos para una entrada a clases exitosa

Febrero llega a su fin y para muchos niños se acerca el inicio de una nueva etapa en sus vidas, que puede venir acompañada de nerviosismo y temor.
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Se acerca el inicio del año escolar, un gran hito para aquellos niños que pasan del jardín infantil al colegio. Los días previos suelen ser un momento de nerviosismo, estrés y angustia, tanto para ellos como para sus padres, quienes temen que lloren, extrañen, se enfermen, e incluso, que un compañero los pueda agredir.

En este contexto, la tranquilidad que los adultos responsables le puedan trasmitir a los menores será clave para que inicien de manera segura esta nueva etapa: “el paso del jardín infantil al colegio es un gran hito en la vida de los niños, y generalmente las primeras semanas viene acompañado de angustia y miedo a las nuevas situaciones que se enfrentarán”, comenta Susana Saravia, psicóloga infantojuvenil de Clínica Universidad de los Andes.

A continuación, entregamos algunos consejos para hacer de esta una experiencia positiva, tanto para los niños como para sus padres:

  1. Conversar: Hablar con él sobre el año escolar que comienza, anticiparle lo que aprenderá, que hará amigos nuevos, darle consejos. También se puede utilizar el juego para explicar esta nueva etapa, donde sus muñecos preferidos pueden ser un aliado, modelando actividades que realizará en el colegio.
  2. Ajustar rutinas con tiempo: Es difícil pasar de los meses de verano con horarios flexibles a la rutina del año escolar. Se recomienda ajustar el horario de ir a la cama entre 2 y 3 semanas antes del primer día de clases, de manera de asegurar un sueño reparador y que al niño no le sea tan difícil levantarse los primeros días. Lo mismo con los horarios de comida, donde idealmente se sugiere ir ajustándolos a los horarios de almuerzo habituales en el colegio.
  3. Conocer el colegio: Una buena idea previo al inicio de clases es llevar al niño a conocer el colegio, para que sea conocido. Esto le permitirá bajar el nivel de ansiedad. Si es posible, que conozca a su educadora y/o profesora, ya que es quien lo acompañará gran parte de su jornada, y aquello lo hará sentir más confiado.
  4. Comprar todo con anticipación: Se sugiere comprar el uniforme y los útiles escolares con anticipación, de manera de tener tiempo de etiquetar los materiales y tener todo listo para el primer día de clases, y que idealmente el niño pueda estar presente en estas compras. “Hacerlos partícipes del proceso, aunque sea escogiendo el diseño de los cuadernos, el estuche o la mochila, los hará sentirse parte de este y que tienen poder de decisión”, afirma la psicóloga.
  5. Dejar todo listo la noche anterior: Se le quita algo de estrés a la mañana.  
  6. Organizar con tiempo la logística escolar: Al menos una semana antes del inicio de clases, hay que tener claridad de cómo se irá el hijo al colegio y con quién regresará a casa. Es importante que el niño sepa con quién volverá a casa, ya que esto disminuirá enormemente los niveles de ansiedad.
  7. Interactuar con otros niños: Sobre todo si no han asistido al jardín infantil, es importante que tengan la oportunidad de interactuar con otros niños y que puedan desarrollar conductas sociales antes de llegar a la sala de clases, de manera de que se sientan más seguros y cómodos con sus compañeros.
  8. Leer en familia libros que hablen del tema: Además de pasar un momento de calidad con los hijos, por medio de la lectura se puede recrear situaciones similares a las que el niño vivirá en marzo, lo que lo hará sentirse identificado y le permitirá reflejar sus emociones.
  9. Darles tareas en que deban seguir instrucciones: Como una manera de habituarlos a lo que vivirán en el colegio, se les puede encargar tareas sencillas donde deban seguir instrucciones, como poner la mesa, ordenar los cubiertos, recoger los juguetes. También se pueden realizar actividades lúdicas donde deban seguir pasos, como pintar un dibujo con colores específicos en un tiempo determinado o cocinar siguiendo una receta. 
  10. Hacer ejercicios de meditación: Una buena idea es establecer una rutina diaria donde se le pida al niño que cierre sus ojos y escuche los sonidos a su alrededor por cinco minutos. Luego, pedirle que describa los sonidos, cómo se sintió y qué le llamó la atención. “Esta técnica ayuda a que se vayan acostumbrando a sentarse y escuchar activamente”, enfatiza Susana Saravia.
  11. Dejarlos por periodos cortos con otras figuras significativas: Para que el niño se acostumbre a pasar tiempo con personas que no estén en su círculo familiar inmediato, como tíos y abuelos. Esto los ayuda a confiar en que la persona que los dejó los va a recoger y es fundamental ya que los educadores y/o profesores serán figuras significativas en el proceso académico del niño, por lo que los padres deben transmitir seguridad y confianza respecto al rol de sus cuidadores.

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