Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Codo de tenista: causas, síntomas y tratamiento para volver a la actividad sin dolor

Esta lesión frecuente no solo afecta a deportistas. Con el diagnóstico y tratamiento adecuados es posible una recuperación completa y prevenir su reaparición.
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El codo de tenista, conocido médicamente como epicondilitis, es una condición dolorosa que afecta los tendones del codo, específicamente los que se insertan en el epicóndilo (parte externa) o la epitróclea (parte interna). Estos están involucrados en la extensión del codo y en la fricción de este, respectivamente.

Aunque su nombre sugiere que está ligado al tenis, y otros deportes de raqueta, puede aparecer en cualquier persona que realice movimientos repetitivos de la muñeca y el antebrazo, ya sea en el deporte, el trabajo o actividades domésticas o recreativas.

El Dr. Alejandro Orizola, traumatólogo del equipo de Medicina Deportiva de Clínica Universidad de los Andes y jefe médico del equipo chileno de Copa Davis, explica que “lo que ocurre es que los tendones se sobrecargan más allá de su capacidad normal de trabajo. Esto genera inflamación e incluso microdesgarros, causando dolor que puede interferir en tareas cotidianas como abrir una puerta o girar la llave del auto”.


El traumatólogo especifica que hay mayor riesgo de que se produzca la inflamación al empezar a practicar tenis si no se cuenta con un entrenador que corrija los movimientos. Por ejemplo, con un mal gesto técnico, ya sea en el revés o en el derecho; con una mala elección del grip de la raqueta, que hace que los músculos del codo trabajen distinto; o con una mala elección en la tensión de las cuerdas, como dejarlas muy duras para una persona que está empezando.

Los pacientes suelen describir el codo de tenista como un dolor localizado que aumenta con el uso del brazo.

Algunos síntomas frecuentes son:

  • Dolor en la parte externa e interna del codo que puede irradiar hacia el antebrazo.
  • Molestia al apretar la mano, levantar objetos o girar la muñeca.
  • Sensibilidad al tacto en el área del epicóndilo.
  • Dificultad para realizar actividades simples, como abrir frascos o cargar bolsas.

Cómo aliviar el codo de tenista y evitar su reaparición

El diagnóstico suele hacerse mediante examen clínico en la consulta del traumatólogo, complementado con estudios de imagen, si es necesario.

El tratamiento tiene dos objetivos: controlar el dolor y corregir la causa que lo provoca.

Las opciones de tratamiento son:

  • Medicamentos: analgésicos y antiinflamatorios para aliviar los síntomas.
  • Kinesioterapia: uso de ultrasonido, compresas calientes, láser y ejercicios de elongación para recuperar la movilidad y fuerza.
  • Modificación de hábitos: en deportistas (tenis, pádel), corregir la técnica de golpe y ajustar el grip o la tensión de las cuerdas de la raqueta.
  • Cirugía: reservada para casos graves que no responden a otros tratamientos.

Según el Dr. Orizola, el tratamiento puede durar entre dos y tres meses. “La clave está en descubrir qué está generando el problema. Si no corregimos la técnica o el factor desencadenante, es muy probable que la lesión vuelva a aparecer”, enfatiza.

La prevención es posible y fundamental para quienes están en riesgo:

  • Asegurarse de tener una técnica correcta en deportes de raqueta.
  • Elegir adecuadamente el grip y la tensión de las cuerdas de la raqueta.
  • Realizar pausas activas si el trabajo u oficio exige movimientos repetitivos.
  • Mantener una rutina de elongación de antebrazos y muñecas.
  • Aplicar frío local si aparece dolor después de la actividad.

Si el dolor persiste por más de dos semanas, interfiere con las actividades diarias o empeora con el movimiento, es momento de acudir a un traumatólogo. Un diagnóstico temprano evita que la condición se vuelva crónica y permite retomar las actividades sin molestias.