Día Internacional del síndrome de Asperger
Dificultad para relacionarse con sus pares, un lenguaje avanzado y pensamientos obsesivos son algunas de las características del síndrome de Asperger o Trastorno del Espectro Autista de alto funcionamiento, condición muchas veces
incomprendida. Para dar a conocerla y derribar mitos sobre quienes la padecen, cada 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del síndrome de Asperger.
La Dra. Ingrid Cardoso ,neuróloga infantil de Clínica Universidad de los Andes, explica que esta no es una enfermedad, sino una condición y que es parte del Trastorno del Espectro Autista pero de alto funcionamiento.
El síndrome de Asperger se manifiesta con:
- Dificultad para relacionarse con otros niños: es la característica principal y se da desde la etapa preescolar. Por ejemplo, prefieren jugar solos.
- Lenguaje muy avanzado para la edad: usan palabras rebuscadas que los demás niños no entienden. Su lenguaje es muy concreto y literal.
- Tendencia a tener pensamientos obsesivos: se fijan por algunos gustos peculiares, por ejemplo, coleccionar dinosaurios o saberse el nombre de cada uno de ellos.
- Poca flexibilidad de pensamiento: les cuesta entender que las cosas pueden verse también desde otro punto de vista. Por lo mismo, les cuesta entender las bromas y muchas veces el lenguaje no verbal
Este síndrome se hace evidente cuando empiezan a interactuar con sus pares y se tratan de comunicar, con problemas de vinculación y muchas veces presentan un lenguaje diferente. En general, tiene pobre intención comunicativa, sólo
cuentan cosas sin esperar respuesta del interlocutor. A partir de los tres años se hacen más notorias las dificultades del lenguaje y la comunicación.
Habitualmente, a los siete años se hacen más evidentes
problemas en el ámbito social y conductual, con riesgo de sufrir bullying por su lenguaje e intereses diferentes.
Técnicas para enfrentar el síndrome de Asperger
La Dra. Cardoso recomienda ayudara los niños a vinculares con sus pares desde la edad preescolar:
- Trabajar la empatía, estimulando a que miren a los ojos a las otras personas, reconozcan expresiones faciales y emociones de ellos mismos y de los otros.
- Llevarlos a parques, plazas, al jardín, para fomentar su interacción social.
- Trabajar habilidades de juego, por ejemplo, en etapa prescolar, en especial trabajar juego imaginativo y simbólico.
- Restringir las pantallas, ya que no favorecen el buen desarrollo de la comunicación y su uso prolongado puede afectar aún más el desempeño lingüístico y social. Se recomienda evitar la exposición a pantallas hasta los dos años de edad.
- Trabajar el lenguaje verbal y no verbal, conversando con los niños, mirándolos a los ojos.
El lenguaje es muy importante para un buen desempeño social, escolar y posteriormente laboral.
El desarrollo de la sociabilidad y el lenguaje tiene una etapa crítica en el cerebro, entre los dos y cinco años, tiempo valioso donde el cerebro del niño está mucho más sensible para aprender a sociabilizar, por lo
que es cuando obtienen mejores resultados a largo plazo con las terapias.
Si bien no existe una terapia curativa para los trastornos del espectro autista, un tratamiento intensivo y temprano puede hacer una gran diferencia en la vida de muchos niños. Entre las opciones de tratamiento se encuentran las siguientes:
- Terapias familiares: esta enseña a los padres y otros familiares a jugar e interactuar con sus hijos para promover destrezas de interacción social, controlar comportamientos problemáticos y que les enseñen destrezas y formas de comunicación de la vida cotidiana.
- Terapia ocupacional: para aprender actividades de la vida diaria y desarrollo de juego compartido y simbólico. Además, trabajan el movimiento y el equilibrio.
- Fonoaudiología: con énfasis en el trabajo de la intensión comunicativa y el desarrollo de lenguaje no verbal.
- Tratamiento farmacológico: no existen medicamentos que mejoren los signos centrales del trastorno del espectro autista, pero algunos podrían ayudar a controlar algunos de los síntomas.
- Terapias de comportamiento y comunicación: un análisis conductual aplicado puede ayudar a los niños a aprender nuevas habilidades y generalizarlas a varias situaciones, aspecto que puede ser llevado a través de terapia cognitivo
conductual impartido por el equipo de psicología infanto-juvenil.
La Dra. Cardoso asegura que, con el tiempo y dependiendo de su entorno, del apoyo familiar y escolar, pueden desarrollar mejores habilidades lingüísticas y sociales, cumpliendo sus metas y deseos personales. En cambio, cuando han estado bajo
mucho estrés familiar, escolar, bullying y malos tratos, pueden desarrollar una enfermedad de salud mental, como depresión y trastorno de ansiedad, siendo la adolescencia una etapa muy vulnerable para sufrir estas enfermedades.
“Los niños con síndrome de Asperger son diferentes, pero desde esa diferencia tienen mucho que aportar a nuestra
sociedad. El poder respetar y valorar esas diferencias nos va a permitir crecer como sociedad más tolerante y feliz”, concluye la Dra. Ingrid Cardoso.