Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Recomendaciones para el recién nacido

En el mes en que celebramos el nacimiento de Jesús, nuestras matronas prepararon una guía dedicada al cuidado de los más pequeños.
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¿Qué es normal y qué no? ¿Cuándo preguntarle al doctor? ¿Estará bien la temperatura del agua? ¿Lo dejo dormir todo lo que quiera? ¿Cada cuánto rato hay que mudarlo? Estas y muchas otras preguntas son las que pueden agobiar a los papás cuando ya están con su hijo recién nacido en la casa.

Para aclarar estas dudas y disminuir la incertidumbre que pueda generar, entregamos una guía de recomendaciones elaborada por nuestras matronas.

Alimentación:
> No hay nada mejor que la lactancia materna, ya que le entrega defensas al niño, permite el apego y favorece la conexión madre-hijo. Además, es gratis. Sin embargo, no siempre es posible y, en esos casos, se debe extraer leche materna o utilizar fórmula, pero de todas maneras es necesario dedicar estos minutos exclusivamente para ti y tu hijo.
> Hay que darle leche cuando lo pida, habitualmente es cada tras a cuatro horas.
> Lo más recomendable es alimentarlo sentado en un lugar tranquilo, con la espalda y brazo bien apoyados, para que no te canses. Recuerda que el recién nacido siempre debe quedar en directa relación contigo.

> Para asegurar un buen acople al pecho, se debe mantener casi la totalidad del pezón y la areola dentro de la boca del niño.
> No debes olvidar alimentarte de manera saludable y siempre mantenerte hidratada.

Sueño y descanso del recién nacido:
> El recién nacido debe tener su cuna y dormir solo, para evitar el aplastamiento accidental. Ellos prefieren dormir en un espacio reducido y contenidos, por lo que es recomendable utilizar cojines especiales de contención.
> La cuna debe tener colchón firme. No debe haber almohadas ni juguetes.
> Debe dormir de espalda, con la cabeza girada hacia un lado. La cuna debe permanecer plana o levemente inclinada.
> Solo hay que despertarlos por una necesidad de alimentación más estricta, como en el caso de niños prematuros o de bajo peso.

Contención y apego:
> El contacto es importante al amamantar y cada vez que el niño esté despierto. Hablarle, cantarle, que escuche voces con tonos distintos y desde diferentes ángulos, le ayuda a cambiar de posición y no adoptar posturas viciadas.
> El cariño debe ser suave y estimulante, para esto pueden ayudarse con vaselina líquida o aceite de pepita de uva o transparente para guaguas, que lubrican su piel y estimulan el retorno sanguíneo.

Aseo y baño:
El aseo diario se debe realizar una vez al día y en el horario que a los padres les acomode.

> Preparar el ambiente, que esté templado (entre 20 y 23°C) y sin corrientes de aire.
> Reunir todo el material a utilizar.
> Comenzar por la cara, seguir hacia abajo por el cuerpo, dando especial énfasis en los pliegues del cuello, axilas e inguinales.
> Hasta la caída del cordón umbilical, el aseo debe realizarse con tres pedazos de algodón humedecidas con agua tibia. Si han pasado tres días desde que se cayó el cordón y éste está seco y no sangra, se puede realizar el aseo en tina con agua tibia y jabón neutro.
> Jamás se debe descuidar mientras lo bañas. Hay que sujetarlo firme y secarlo de inmediato con una toalla. Vestirlo. Este minuto es muy apropiado para alimentarlo.

> Aseo del cordón umbilical: Se tiene que realizar previo a cada muda, con un algodón embebido el alcohol 70°. Se limpia la base del cordón, con movimientos de arrastre a su alrededor. Esto ayudará a que se seque y se desprenda. Es probable que se produzca un leve sangramiento dentro de los primeros tres días de caído, por lo que si eso sucede seguir realizándole el aseo con alcohol hasta que esté completamente seco.

Muda

> Se debe realizar cuando estén mojados o sucios, de preferencia previo a la alimentación, eso ayuda a que esté más despierto y se alimente con ganas. Por lo tanto, la muda debe ser cada cuatro horas aproximadamente.

> Si tu hijo tiene la piel muy sensible, puede necesitar la muda cada menos horas.

> Hay que dejar tres o más pedazos de algodón humedecidas, puede dejarle caer algunas gotitas de vaselina. Luego, limpiar los genitales siempre de delante hacia atrás, sin devolver y por una vez. Eliminar el algodón. Cambiar el pañal por uno limpio y asegurar los adhesivos a cada lado.

Signos del recién nacido

Además de los cuidados diarios, también es importante conocer el comportamiento de los hijos, los signos normales para su madurez y su edad, ya que así se pueden detectar signos de alarma.

Por ejemplo, es normal que su postura sea simétrica y bastante rígida, que haga movimientos bruscos, involuntarios y no coordinados. Es probable que presente temblores, saltos, que dan la sensación de que se hubiera asustado, esto es porque está conociendo su cuerpo y los espacios.

También puede tener otros reflejos como hipo, estornudos, succión y muecas o sonrisas.

En tanto, el llanto es el único medio de comunicación que tienen y lo utilizan por hambre, sed, gases, frío, calor o necesidad de muda o cariño. No hay que dejarlo llorar largos ratos sin tratar de averiguar el motivo.

Signos de alerta por los cuales hay que consultar al pediatra o al centro de salud más cercano:
> Dificultad para respirar (si se hunden sus costillas o emite un quejido al respirar).
Crisis de cianosis (coloración azulada de la piel).
> Episodio de aumento o disminución de temperatura corporal sobre 37, 5°C o bajo 36°C que no seden a medidas físicas.
> Dificultad para alimentarse que persista por más de un día.

 
 
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