Cólicos del lactante

Actualización al 2023

Los cólicos se definen como episodios recurrentes y prolongados de llanto intenso o irritabilidad, que suceden sin una causa aparente y que los cuidadores no son capaces de resolver o prevenir. Es importante considerar, que fuera de estos episodios, es un bebé que “se ve bien, tiene aspecto saludable”.

Los cólicos están clasificados dentro de los trastornos digestivos funcionales por el Grupo de Consenso Criterios de Roma, lo que significa que no hay una causa patológica orgánica subyacente.

Habitualmente, surgen en la segunda semana de vida, con un peak a los 2 meses y de ahí empieza a ceder hasta estar libre de síntomas a los 5 meses de vida. El 85% de los lactantes que sufren de cólicos dejan de tener síntomas al tercer mes.

Nuestro equipo de pediatras es experto en el manejo de enfermedades pediátricos y otras condiciones en pacientes, como los cólicos.

Síntomas

Además del llanto intenso, otros síntomas habituales de los cólicos del lactante son:

Movimiento de piernas
Aumento del tono corporal (rigidez)
Enrojecimiento de la cara
Movimientos intestinales
Meteorismo
Abdomen globuloso (hinchado)

Ante un lactante menor que presenta estos síntomas, se debe chequear primero que no se deba a hambre, cansancio, sueño, frío o calor, dolor por otra causa (por ejemplo, de garganta), fiebre, etc.

Se debe consultar al pediatra si la molestia es muy intensa, persistente o el paciente presenta otros signos o síntomas que orienten a una patología orgánica (fiebre, deposiciones con sangre, mal incremento ponderal, etc.).

Causas

No hay una causa patológica subyacente en los cólicos del lactante y estos pueden deberse a varios motivos que han sido y siguen siendo motivo de estudio e investigación:

Tener un aparato digestivo que no tiene una maduración completa
Desequilibrio del microbioma intestinal
Alergia alimentaria
Mala técnica alimentaria (que el lactante trague mucho aire al succionar)
Alimentación excesiva o deficiente

Dentro del total de lactantes que sufren cólicos, aproximadamente, un 5% puede padecer una patología orgánica que amerite diagnóstico y tratamiento oportuno. En ese sentido, hay que estar atento cuando en un lactante se van sumando otras manifestaciones clínicas como, reflujo gastroesofágico patológico, dermatitis persistente, mal incremento ponderal, deposiciones con mucosidad y/o sangre, entre otras.

Tratamientos

No existe un tratamiento único para los cólicos, ya que va a depender de su causa. Se debe analizar caso a caso para determinar el tratamiento, que consistirá principalmente en adoptar medidas para reducir la intensidad y duración de los episodios de cólicos. El médico tratante podrá indicar algunas medidas farmacológicas que tienen cierto grado de efectividad y que son seguras para el lactante.

Algunos consejos para evitarlos son:

Revisar y optimizar la técnica de lactancia
Eliminar de manera correcta los gases durante y al término de la alimentación
Realizar periódicamente masajes abdominales para favorecer la eliminación de gases y deposiciones

Cuando se da una crisis de cólicos, una medida eficaz es llevar al niño en un fular o portabebés y pasearlo, de esta manera el movimiento favorecerá el peristaltismo intestinal, calmando el dolor.