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Lunares o nevos

Actualización al 2020

Los lunares o nevos (término médico) son un tipo frecuente de lesión en la piel. Son causados por la agrupación de células pigmentadas llamadas melanocitos. Pueden aparecer desde el nacimiento (congénitos), pero lo más frecuente es su aparición durante la niñez y adolescencia (nevos adquiridos).

La mayoría de las personas tienen entre 10 a 40 lunares, sin embargo, algunas pueden tener más de 100.

Si bien la mayoría de los lunares son benignos, existe la posibilidad de desarrollar un cáncer de piel llamado melanoma sobre un lunar preexistente.

Tratamientos

La mayoría de los lunares no necesitan tratamiento. No habría ningún beneficio de la extirpación preventiva de lunares de aspecto benigno.

Sin embargo, existen muchas lesiones de piel que simulan ser lunares, pero no lo son como: papilomas, queratosis seborreicas, verrugas, manchas de sol, pecas o cánceres de piel en estadios iniciales.

Por esto, es fundamental un correcto diagnóstico previo a extirpar o realizar procedimientos cosméticos. Si se decide extirpar un lunar, aunque sea por motivos estéticos, se sugiere siempre evaluación previa con dermatoscopio y enviar la muestra a estudio con biopsia.

Características de un lunar

Un lunar típico es una mancha plana o solevantada color café. Sin embargo, pueden presentar diferentes colores, formas y tamaños:

  • Color y textura: pueden ser café claro, café oscuro, negros, azules o rosados. Pueden ser suaves, arrugados, planos o solevantados. Les puede crecer pelo.
  • Forma: La mayoría de los lunares son ovalados o redondos.
  • Tamaño: la mayoría suelen ser menores a 6 milímetros de diámetro. Algunos nevos congénitos pueden ser más grandes.
  • Localización: pueden presentarse en cualquier parte de la piel del cuerpo incluyendo el cuero cabelludo, mucosas (boca, genitales), uñas y entre los dedos de manos y pies.

Evolución: pueden cambiar de aspecto o desaparecer con los años. Los cambios hormonales en la adolescencia o embarazo pueden hacer que los lunares se vuelvan más oscuros y grandes.

Factores de riesgo

  • Nevos congénitos gigantes: Lunares grandes al nacimiento, si miden más de 5 centímetros de diámetro tienen mayor riesgo.
  • Tener más de 5 nevos atípicos:  Lunares que son de forma irregular y más grandes que uno común.
  • Tener muchos nevos adquiridos: La presencia de más de 50 a 100 lunares, aunque sean benignos.
  • Tener antecedentes personales o familiares de primer grado (padres, hijos o hermanos) de melanoma
  • Otros antecedentes: personas pelirrojas o con muchas pecas, y antecedentes de insolaciones en la infancia.

Prevención

  • Protegerse de la radiación UV desde la infancia.
  • Evitar el uso de solarium.
  • Prestar atención a los cambios: familiarizarse con la ubicación y patrón de los lunares. Examinarlos regularmente para detectar cambios sospechosos.
  • Realizar autoexamen periódico: hacerlo con ayuda de un espejo y que incluya cuero cabelludo, palmas y uñas, axilas, plantas de pies y espacios entre los dedos. Revisar también el área genital y entre los glúteos. Lo ideal es realizarlo una vez al mes sobre todo si se tiene antecedentes de melanoma.
  • Control con especialista: se sugiere controlar los lunares con examen físico completo al menos una vez al año. Si se nota algún lunar o mancha en la piel nueva o una existente que presente alguna característica del ABCDE, se debe consultar para su correcta evaluación.

Finalmente, en el grupo de pacientes con alto riesgo de desarrollar melanoma como: antecedentes personales o familiares de primer grado, presencia de más de 100 nevos o múltiples nevos atípicos, es posible hacer un análisis llamado Mapeo Corporal total con dermatoscopía (Fotofinder). Este permite tener un registro basal de los lunares para detectar si presentan características benignas o malignas.

Además, es posible hacer seguimiento para detección de lunares nuevos sospechosos o cambios en los lunares previos que requerirán extirpación. Por un lado, mejora el diagnóstico precoz de melanoma y, por otro, evita extirpaciones innecesarias en población de alto riesgo. 

Diagnostico

El diagnóstico es clínico y debe ser realizado por un dermatólogo, quien realizará un examen físico completo desde la cabeza a los pies con un dermatoscopio, instrumento que permite ver las características de los lunares con aumento. Mediante el uso de esta técnica, se puede confirmar el diagnóstico y, si parecen benignos, solo requerirán control periódico.

En caso de que el dermatólogo sospeche de una lesión atípica o maligna podrá indicar su extirpación con biopsia y estudio.

Equipo médico

Dermatología

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