Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Consejos para prevenir el estrés de fin de año

Se caracteriza por ser un tiempo de muchas actividades y emociones, pero es necesario tomar algunas medidas para tener un cierre de ciclo más llevadero.
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Aunque para muchos fin de año es sinónimo de días más largos, vacaciones y encuentros con seres queridos, existe un porcentaje importante de personas que experimenta esta época como un momento de fuerte exigencia. Demandas sociales, compromisos familiares, evaluaciones académicas y actividades laborales se acumulan, generando un contexto que puede resultar abrumador.

Tahina Chiang, psicóloga de Clínica Universidad de los Andes, explica que “el estrés es un estado de cansancio mental, una reacción del cuerpo y la mente frente a un desafío o una demanda. Hay una exigencia a un rendimiento superior a lo normal, donde generalmente se busca cumplir las expectativas tanto personales como sociales, que muchas veces pueden estar autoimpuestas”.

¿Qué pasa cuando el estrés se vuelve crónico?

El estrés es parte natural de la vida y, en pequeñas dosis, cumple funciones importantes como ayudar a reaccionar ante una situación riesgosa o a mantener la concentración en una tarea relevante. Sin embargo, cuando se extiende en el tiempo y deja de ser eventual, puede producir efectos significativos en la salud.

La psicóloga detalla que el estrés crónico puede manifestarse a distintos niveles:

  • Emocionalmente: irritabilidad, nerviosismo, angustia y preocupación.
  • Cognitivamente: pensamientos relacionados a no ser capaz de realizar las tareas que se le encomiendan.
  • Fisiológicamente:  dolor de cabeza, problemas de la piel, mareos, insomnio y cansancio excesivo durante el día e incluso al despertarse por la mañana.

Estas señales son una alerta para detenerse, observar lo que está ocurriendo y tomar medidas.

Recomendaciones para superar el fin de año

Para que estas semanas puedan vivirse como un periodo de paz y alegría, Tahina Chiang sugiere acciones concretas que ayudan a reducir la carga mental y emocional:

  • Planificar y jerarquizar actividades.
  • Dormir, idealmente, ocho horas diarias.
  • Incluir pausas y momentos de ocio real.
  • Realizar actividad física.
  • Conversar con otros y compartir lo que se siente.
  • Delegar tareas cuando sea posible.
  • Regular las expectativas propias y ajenas.
  • Practicar respiraciones lentas y conscientes.

La psicóloga agrega que es importante priorizar lo que realmente importa desde lo esencial y conectar con ese espacio de paz que todos anhelan, poder darse permiso para decir ‘no puedo’ o ‘no quiero’ y respetar los propios límites al momento de ejecutar cosas. Cerrar ciclos para comenzar un nuevo año con mayor bienestar El cierre de año es también una oportunidad para detenerse, mirar lo vivido y reconocer tanto los desafíos como los logros.

Según la psicóloga, “en estas fechas se puede generar un espacio para recordar, reconocer, transformar y agradecer las experiencias vividas y que estas sean las semillas que germinen en aprendizajes y metas para un nuevo año lleno de nuevas experiencias”. Cultivar estos momentos de reflexión y descanso promoviendo los vínculos afectivos con nuestros seres queridos, permite que la llegada del nuevo año se viva con mayor claridad, equilibrio, propósito y amor.

Profesionales que participaron en esta nota

Tahina Chiang Muñoz

Psicología Adulto

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