Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Dieta Keto: Recomendaciones para una rutina sana

Consumir un bajo porcentaje de carbohidratos y aumentar los alimentos altos en grasas son la base de este plan de alimentación.
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La dieta keto o cetogénica se ha hecho conocida en los últimos años porque ha sumado muchos seguidores. Consiste principalmente en eliminar los carbohidratos y promueve una alta ingesta de grasas saludables y proteínas, para que el organismo queme más grasa y así favorecer la pérdida de peso.

En la práctica, este régimen se basa en aproximadamente un 45% de grasas, un 40% de proteínas y entre un 10 a 15% de carbohidratos. Estas características hacen que el cuerpo entre en un estado llamado “cetosis”, condición metabólica del organismo que se produce por un déficit de carbohidratos y el cuerpo comienza a utilizar sólo las grasas como fuente de energía.

La Dra. Eliana Reyes, nutrióloga e integrante del programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de los Andes, señala que “este tipo de dieta es muy baja en hidratos de carbono. Eso quiere decir que es baja en harinas, almidones y carbohidratos simples, que se transforman en glucosa, y es rica en grasa. Con ese sistema, el organismo, en vez de tomar la energía de la glucosa, la toma de las grasas”.

“En ese sentido, no es una dieta recomendable, ya que para hacerla bien generalmente se tienen que tomar algunos suplementos alimentarios, es difícil realizarla con alimentos habituales. Inicialmente las personas no se sienten bien, presentan cefalea, irritabilidad y náuseas, entre otras molestias, por la falta de carbohidratos, luego de la baja de peso obtenida, la dieta es difícil de sostener en el tiempo y generalmente se regana lo bajado, el llamado rebote”, comenta la Dra. Reyes.

Una alimentación sana y balanceada es lo que recomienda la Dra. Eliana Reyes. Frutas, verduras, proteínas, cereales, carbohidratos en porciones controladas y lácteos son tipos de alimentos que permiten lograr un plan saludable. “La clave está en ser equilibrados, no saltarse comidas y mantener a raya el consumo de alimentos altos en grasas y azúcares. Además, realizar actividad física es fundamental para estar sanos”, sostiene la especialista.

A continuación, nos entrega los siguientes consejos para una rutina sana:

  • Consumir las cuatro comidas diarias, acompañada de una o dos colaciones.
  • Beber al menos dos litros de agua al día. Favorece la digestión, la buena circulación de la sangre y evita la retención de líquidos.
  • Diariamente consumir verduras mezclando verdes y coloreadas.  
  • Dejar de lado el pan a la hora de almuerzo. Idealmente es mejor consumirlo en la mañana como desayuno.
  • Los snack saludables son una buena fuente de energía. Frutos secos en porciones reducidas, chips de manzana, barritas de cereal (idealmente con menos de 100 calorías), fruta, yogurt y jalea son buenas alternativas.
  • Preferir carnes blancas y cortes bajos en grasas.
  • Evitar consumir frecuentemente alimentos altos en azúcar y grasas saturadas.
  • Es preferible tomar agua y evitar el consumo de bebidas gaseosas.
  • Realizar actividad física al menos tres veces a la semana.

“Estos consejos son muy buenos y es importante ponerlos en práctica, porque son la base para llevar una vida saludable. Las dietas de moda no son efectivas ni sostenibles en el tiempo. Si seguimos estos hábitos, seguramente mantendremos un peso adecuado, y evitaremos la aparición de enfermedades como hipertensión, diabetes, obesidad y otras complicaciones que traen los kilos de más”, finaliza.

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