4 razones para realizar procedimientos estéticos en invierno

Cada vez más personas buscan una solución a problemas funcionales o anatómicos que las afectan física o emocionalmente, las que pueden haber sido provocadas tanto por defectos congénitos o adquiridos, o también debido a cambios originados por el paso del tiempo, entre otros.

Entre los procedimientos más comunes están los tratamientos faciales invasivos -como rejuvenecimiento facial y blefaroplastia- y los mínimamente invasivos -como ácido hialurónico y toxina botulínica. En tanto, algunas de las cirugías más habituales son la abdominoplastía, lipoaspiración, mastopexia, mamoplastía reductiva y de aumento, y algunas cirugías reconstructivas como reconstrucción mamaria y de parálisis facial.

¿Por qué preferir el invierno para realizarse estos procedimientos?

La Dra. Carolina Salisbury, cirujana plástica de Clínica Universidad de los Andes, explica que, si bien los procedimientos estéticos pueden ser efectuados en cualquier época del año, los meses de más frío tienen algunas ventajas al respecto.

Menos exposición al sol

En invierno, hay menos posibilidad de estar en la playa o en la piscina expuestos a los rayos del sol. “El problema con la radiación ultravioleta es que hace que se pigmenten las cicatrices que todavía están inflamadas y enrojecidas luego de la intervención. Entonces, uno les pide a los pacientes que mientras la cicatriz esté roja y cambie de color cuando uno la comprime, lo que puede durar varias semanas o meses, no la expongan al sol por ningún motivo. De lo contrario, es posible que se hiperpigmente y quede más oscura que el color de piel de la persona”, afirma la especialista.

Así, se les da más tiempo para evolucionar y aclararse antes de los meses de primavera y verano en que se está más expuesto al sol. Lo mismo ocurre con la piel que haya sido tratada con láser. “De todas formas, no hay que olvidar que debemos cuidarnos del sol todo el año”, recuerda la Dra. Salisbury, quien agrega que recién operados, los pacientes no deben bañarse en el mar o en una piscina por unas dos o tres semanas hasta que los puntos hayan sido removidos o reabsorbidos, por el riesgo de infección en el área de sutura. 

Más frío y más comodidad

Las cirugías corporales, principalmente, requieren muchas veces el uso de medios compresivos luego del procedimiento, los que son más cómodos de llevar con menores temperaturas.

Asimismo, el calor puede aumentar la hinchazón de la zona intervenida y hacer que las cicatrices se inflamen más. 

Facilidad para ocultar cicatrices y medios compresivos

El uso de ropa más holgada, con mangas largas, cuellos altos y más abrigada, entre otros, hace más fácil ocultar las cicatrices, parches y medios de compresión que se puedan estar utilizando después de una intervención. Así, las personas pueden estar más cómodas y relajadas frente a otros.

Mayor tiempo de recuperación previo al verano

Muchas personas esperan lucir sus cambios durante el verano, sobre todo si se sometieron a una cirugía de contorno corporal, por ejemplo. Al hacerlo en invierno, se dan varios meses de plazo para que baje la hinchazón y lograr la recuperación completa.

Asimismo, en los meses más cálidos se tiende a hacer más actividades, pero no hay que olvidar que se ha realizado un procedimiento médico que implica etapas de recuperación. Por eso, el invierno es ideal para permanecer más tranquilos en la casa y darle al cuerpo el tiempo necesario.

“Es importante cuidarse post cirugía porque estamos haciendo un procedimiento para que quede bien y que la persona no tenga ninguna complicación. Entonces, la idea es que se cuiden, sobre todo del sol, para que las cicatrices queden más tenues, más blandas y no estén pigmentadas. Y así, obtengamos los resultados esperados”, concluye la Dra. Salisbury.