Cómo dormir bien en tiempos de calor
Un buen dormir es vital para la salud mental y física, ya que aporta energía para enfrentar cada día. Sin embargo, no siempre es fácil lograrlo. Diversos factores pueden dificultar tanto el conciliar el sueño, como lograr un sueño reparador. Uno de ellos es el calor, como lo que estamos viviendo cada vez en distintos puntos del país.
“Hay enfermedades como el insomnio, el ronquido y las apneas de sueño (pausas respiratorias al dormir) que afectan la calidad del sueño. Sin embargo, a veces causas externas como el calor ambiental excesivo también pueden afectar el dormir, provocando problemas en su conciliación, varios despertares en la noche o simplemente nos deja desvelados por varias horas, lo que altera la llamada arquitectura del sueño, esencial para la anhelada sensación de sueño reparador”, explica la Dra. Larisa Fabres, neuróloga del Programa de Medicina del Sueño de Clínica Universidad de los Andes.
Por un mejor sueño enfrentado a las olas de calor:
- Ventilar bien el dormitorio durante el día: abrir ventanas y puertas ayuda a renovar el aire. La temperatura ideal para dormir es entre 18 y 21 °C. Si el ambiente no baja lo suficiente, usar un ventilador o aire acondicionado por unas horas puede marcar la diferencia.
- Mantense bien hidratado durante el día. Una buena hidratación ayuda a regular la temperatura corporal al dormir.
- Usar ropa ligera y de telas transpirables, preferentemente algodón. Esto permite que la piel respire y regula mejor el calor corporal.
- Preferir comidas ligeras en la noche y evitar el alcohol: este último puede provocar sudoración nocturna, sueño superficial y despertares frecuentes.
- Reducir el uso de pantallas, al menos, 30–60 minutos antes de dormir. Leer un libro, escuchar música suave o practicar técnicas de relajación son mejores aliados para preparar al cuerpo para el descanso.
- Tomar una ducha tibia antes de acostarse puede ayudar a relajar el cuerpo. Evitar el agua muy fría, ya que puede generar sensación de calor luego.
Aplicando estas recomendaciones de modo constante, es posible mejorar la calidad del sueño, incluso en noches calurosas. Un buen descanso repercute directamente en nuestra energía, salud y calidad de vida diaria.

