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Cinco datos para tener en cuenta sobre este desagradable y potencialmente peligroso problema de salud.
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Cada vez es más común que más personas ronquen, afectando no sólo su calidad de sueño, sino también la de quien convive con ellos. Así como altera el buen dormir, también puede relacionarse con otras enfermedades graves en aquellos casos de roncadores severos si no se trata a tiempo y de forma definitiva.

Al respecto, el Dr. Cristián Bachelet, otorrinolaringólogo del Programa de Medicina del Sueño de Clínica Universidad de los Andes, afirma que la prevalencia de ronquido habitual aumenta con la edad y quienes lo hacen tienen mayor probabilidad de presentar apnea del sueño. “La frecuencia de ronquido alcanzaría un 60 a 70% de la población mayor de 40 años, mientras que la apnea del sueño se estima en un 10 a 20%”, asegura.

El especialista entrega cinco antecedentes para tener en cuenta en relación a los molestos ronquidos.

Por qué roncamos

El ronquido se genera, principalmente, por una estrechez de la vía aérea superior, es decir, el trayecto que va de la nariz al fondo de la garganta. Mientras menor es su calibre, mayor es el conflicto que se genera con la relajación muscular que ocurre normalmente al dormir y que afecta a los músculos que envuelven esta vía aérea superior, generando de esta forma una vibración de sus paredes.

Los hombres son más susceptibles de roncar

Los hombres tienen mayor tendencia a roncar debido a:

  • Tener una vía aérea superior más larga que en las mujeres y por eso, con mayor predisposición al colapso.
  • Tienden a acumular más grasa en el cuello y alrededor de la vía aérea al aumentar de peso, comparado con las mujeres.
  • Los estrógenos femeninos ayudan a disminuir la relajación muscular nocturna. Por esto, el ronquido en las mujeres después de la menopausia se tiende a equiparar en frecuencia con los hombres.

Posibles implicancias por roncar

En casos de ronquidos frecuentes y de alta sonoridad, puede traer problemas familiares o sociales, sobre todo con quien duerme al lado. Sin embargo, el problema mayor está en que el ronquido es uno de los principales síntomas de apnea del sueño. Este trastorno puede ser muy peligroso si no se trata, ya que, dependiendo de su grado de severidad, puede aumentar de forma importante una serie de otras enfermedades a largo plazo, principalmente a nivel cardiovascular y neurológico, que acortan la expectativa de vida, como infarto al miocardio y ataque cerebrovascular.

Por esto, una persona cuyo ronquido es muy intenso, que refiere mala calidad de sueño y somnolencia durante el día o que presenta pausas de respiración y ahogos al dormir, es de mayor riesgo de tener asociación a apnea del sueño y debe consultar a un especialista.

Cambios en el estilo de vida para evitar ronquidos leves

Existen algunas medidas generales que pueden ser adoptadas por los roncadores que no sufren de mala calidad de sueño, que no presentan pausas respiratorias al dormir ni alteraciones en su funcionamiento diurno. Algunos ejemplos son:

  • Mantener una buena higiene del sueño (evitar comidas pesadas en las 2 horas previas a dormir; no fumar; preferir hacer actividad física intensa, al menos, 4 horas antes de dormir).
  • Evitar tomar alcohol o ingerir medicamentos sedantes o relajantes musculares antes de dormir.
  • Bajar de peso en caso de sobrepeso u obesidad, ya que la grasa depositada en el cuello puede estrechar el calibre de la vía aérea superior.
  • Adoptar una posición de lado al dormir (evitar boca arriba) o con la cabecera elevada. Esto puede ser de ayuda, pero no a largo plazo.
  • Si se tiene congestión nasal frecuente, tratarla con descongestionantes o antialérgicos indicados por un médico.

Tratamientos médicos para ronquidos graves

Para estos casos, la base del tratamiento es volver la vía aérea superior más amplia o menos colapsable. Existen métodos no invasivos y cirugías para lograr este objetivo.

Dispositivos orales de avance mandibular

son artefactos bucales diseñados a medida que ayudan a adelantar la posición de la mandíbula, la lengua y el paladar blando para mantener abierta la vía aérea. Estos son elaborados por odontólogos especialistas en Medicina Dental del Sueño.

Presión positiva continua de la vía aérea (CPAP)

consiste en un dispositivo que suministra un flujo de aire a presión a través de una mascarilla ubicada sobre el rostro, principalmente la nariz (CPAP). La presión del aire mantiene abierta la garganta durante el sueño. Es uno de los tratamientos más utilizados para apnea del sueño en adultos.

Cirugía de las vías aéreas superiores

La estrechez de la vía aérea superior puede tener tres causas principales: tejidos blandos de la vía aérea superior (nariz, paladar, lengua, laringe, amígdalas); desarrollo del esqueleto facial, y la grasa que se acumula en la vía aérea.

Es importante hacer una buena evaluación de la severidad del problema de ronquido respecto a si se asocia a apnea del sueño y, posterior a eso, analizar de forma integral la anatomía de la vía aérea superior para definir las mejores opciones quirúrgicas en cada paciente.

Según la evaluación de la causa principal es cómo se toma la decisión del tratamiento: la cirugía ortognática trata las alteraciones del esqueleto facial, la cirugía bariátrica puede tratar el exceso de grasa cuando el IMC es mayor a 35 y, finalmente, los tejidos blandos se trabajan con cirugía multinivel a través de cirugía robótica. En esta se modifican paladar, lengua o laringe para mejorar el calibre de la vía aérea.

También es posible efectuar cirugías nasales funcionales, como rinoplastía funcional, cirugía de tabique nasal, y cornetes o senos paranasales, que pueden complementarse a otras terapias. 

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