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Hiperplasia prostática benigna: aprende a reconocer sus síntomas y cuándo consultar

Esta enfermedad se caracteriza por el aumento de volumen de la próstata y produce molestias urinarias que tienen tratamiento.
Hiperplasia prostatica
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La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino, del tamaño de una nuez, ubicada debajo de la vejiga y rodeando la uretra, que conduce la orina hacia el exterior.  Su principal función es producir el líquido seminal que nutre y transporta los espermatozoides, siendo fundamental en la fertilidad masculina.

Esta glándula puede comenzar a causar síntomas molestos a partir de los 40 años, principalmente por la presencia de hiperplasia prostática benigna. La prevalencia de esta enfermedad aumenta con la edad, afectando al 50% de los hombres a los 50 años, y hasta el 90% de los hombres a los 70 y 80 años.

Con el tiempo, la próstata tiende a crecer. Si bien es un proceso natural del envejecimiento masculino, puede comprimir la uretra y afectar la capacidad para orinar con normalidad. Esto podría dar origen a síntomas a veces muy incómodos, pudiendo ocasionar complicaciones si no se maneja adecuada y oportunamente.

“La hiperplasia prostática benigna no se puede prevenir, pero sí se puede detectar oportunamente si el hombre está atento a ciertos síntomas. La clave es consultar antes de que la situación avance a una etapa más compleja”, señala el  Dr. Iván Sáez, urólogo de Clínica Universidad de los Andes.

Síntomas comunes de la hiperplasia prostática benigna

Los primeros signos de alerta son principalmente urinarios. Es importante no normalizarlos y prestar atención si aparecen de manera persistente o progresiva:

  • Necesidad frecuente de orinar, especialmente en la noche (nicturia), impidiendo tener un sueño reparador
  • Dificultad para iniciar la micción
  • Chorro de orina débil o entrecortado
  • Sensación de no haber vaciado completamente la vejiga
  • Goteo postmiccional
  • Urgencia urinaria, a veces, con pérdidas involuntarias

Con el tiempo, estos síntomas pueden empeorar si no se tratan y dar paso a complicaciones como:

¿Cuándo consultar al urólogo?

La recomendación general es que todo hombre mayor de 45 años consulte al urólogo al menos una vez al año, aunque no presente molestias, con el fin de detectar a tiempo elementos sospechosos de cáncer prostático, que habitualmente no dan síntomas. Dentro de esta evaluación, el médico podrá investigar acerca de molestias urinarias y hacer los estudios necesarios en casos seleccionados.  

La detección precoz de la hiperplasia prostática benigna permite acceder a tratamientos menos invasivos, más eficaces y con mejor pronóstico. En la consulta, el especialista realizará una evaluación médica y puede indicar la realización de algunos exámenes, como:

  • Antígeno prostático específico (PSA): examen de sangre que ayuda a detectar alteraciones como hiperplasia benigna o cáncer de próstata.
  • Tacto rectal: permite evaluar tamaño, consistencia y simetría de la próstata.
  • Ecografía pelviana: para visualizar la próstata y medir el correcto vaciamiento de la vejiga.
  • Flujometría urinaria: mide la fuerza y cantidad del flujo urinario.
  • Residuo postmiccional: evalúa cuánta orina queda en la vejiga después de orinar.

 

Tratamientos disponibles: ¿qué opciones existen?

El tratamiento para la hiperplasia prostática benigna depende de la severidad de los síntomas y del impacto en la calidad de vida del paciente.

1. Vigilancia activa

En casos leves o asintomáticos, el especialista puede optar por un monitoreo regular sin iniciar tratamiento inmediato. Se recomienda mantener hábitos saludables y realizar controles anuales.

2. Tratamiento farmacológico

Cuando los síntomas comienzan a interferir con la vida diaria se pueden utilizar medicamentos orales, que ayudan a aliviar la obstrucción y disminuyen discretamente el tamaño prostático

              - Alfabloqueadores: disminuyen la resistencia al paso de la orina a través de la próstata. El más utilizado es la Tamsulosina.

              - Inhibidores de la 5 alfa reductasa: bloquean la acción de la testosterona en el tejido prostático. Esto puede inducir una reducción del tamaño prostático, con la consiguiente mejoría sintomática

              - Tadalafil: indicado primariamente para mejorar la erección, como efecto paralelo puede mejorar el chorro miccional y los síntomas cuando estos son de leve a moderada intensidad.

3. Tratamiento quirúrgico

Si el tratamiento farmacológico no alivia los síntomas o existen complicaciones, se puede optar por cirugía, cada vez menos invasiva gracias a los avances tecnológicos. La técnica escogida dependerá del tamaño prostático y las características del paciente, como presencia de otras enfermedades, uso de medicamentos anticoagulantes, etc. 

En Clínica Universidad de los Andes contamos con todos los tratamientos quirúrgicos disponibles en Chile:

  • Vaporización con láser verde: técnica endoscópica mínimamente invasiva. Se utiliza cuando la glándula es de tamaño pequeño o mediano (menor de 80 cc). Usualmente requiere hospitalización menor a 24 horas.
  • Inyección intraprostática de vapor de agua: también conocida como “Rezum”, está reservada para casos muy excepcionales, ya que, a pesar de ser poco invasiva y muy rápida, sus resultados a corto y largo plazo son variables e inciertos.
  • Enucleación prostática con láser holmium: ideal para próstatas de mayor tamaño, con rápida recuperación y hospitalización promedio menor a 48 horas.
  • Enucleación prostática abierta: si no es posible aplicar la técnica anterior, se opta por esta cirugía de tipo convencional, que se realiza mediante una incisión en la parte baja del abdomen. También puede realizarse mediante cirugía robótica, con recuperación general más rápida (hospitalización entre 3 y 5 días). Se reserva para próstata de gran tamaño (mayor a 150 – 200 cc).
  • Resección endoscópica de próstata: la técnica más ampliamente ofrecida. Si bien la enucleación prostática con láser la ha desplazado en parte, aún tiene un lugar en pacientes seleccionados.

 

 

Profesionales que participaron en esta nota

Dr. Iván Sáez Valenzuela

Urología - Endoscopía Urológica

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