Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Tanorexia: adicción al bronceado

Lo que a primera vista puede parecer un simple gusto personal, está asociado a cuadros de tipo obsesivo compulsivo y a trastornos de la autoimagen.
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Son muchas las personas que desean adquirir un tono bronceado durante el verano. Pero hay quienes van más allá en ese deseo, aprovechando la más mínima oportunidad para tenderse bajo el sol, y no dudan en recurrir a soláriums de ser necesario, para mantener el tono durante todo el año.

La Dra. Pilar Bofill, dermatóloga de Clínica Universidad de los Andes, explica que esta adicción al bronceado se conoce como tanorexia, palabra que viene de tan, que significa bronceado en inglés. Se asocia a cuadros de tipo obsesivo compulsivo y a dismorfofobia, que son trastornos de la autoimagen, y en general se comporta como otros cuadros de dependencia física a drogas y otras sustancias nocivas. 

El bronceado es una forma de adaptación natural de la piel para intentar reducir el daño de la radiación ultravioleta. Hay pieles que simplemente carecen de esta capacidad, son aquellas que siempre se queman y luego vuelven a estar blancas; mientras que otras logran broncearse. Sin embargo, hay que tener claro que no existe el bronceado "saludable", advierte la especialista.

Esto es porque, mientras más se exponga una persona a radiación ultravioleta natural o artificial -en camas solares-, más daño va acumulando y más riesgo presenta de padecer alguna de las formas de cáncer de piel. 

A las personas que desean mantener un tono bronceado, la Dra. Pilar Bofill les recomienda recurrir a los productos cosméticos que ayudan a lograr este aspecto sin necesidad de exponer la piel. “El consenso científico es que la radiación ultravioleta es el principal factor involucrado en la génesis del cáncer de piel, y que el único bronceado no dañino es el obtenido a través del uso de autobronceantes o de soluciones bronceadoras  aplicadas en forma de spray”, concluye.
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