Un compromiso con el parto normal

La cesárea es una intervención quirúrgica que involucra para la mujer mayor riesgo que un parto normal, pues se elevan las posibilidades de complicaciones como hemorragias, infecciones e incluso mortalidad, y el tiempo de recuperación es más largo. 

Para el niño, también es beneficioso el estrés del trabajo de parto, ya que le ayuda a terminar la maduración de sus pulmones.

Por todas estas razones, la Organización Mundial de la Salud ha llamado muchas veces la atención por el alto porcentaje de cesáreas que se realizan en Chile: 50% a nivel nacional y 70% en el sistema privado. En el caso de Clínica Universidad de los Andes, este porcentaje se ha logrado reducir a 30%.

“Como equipo médico estamos convencidos de los beneficios del parto vaginal por sobre la cesárea. Por eso, respetamos los tiempos de comienzo del trabajo de parto, no inducimos por razones ajenas a las médicas y no recurrimos a una cesárea salvo que sea lo más recomendable para el bienestar de la paciente y del niño”, explica el Dr. José Antonio Arraztoa, Jefe del Servicio de Maternidad.

El especialista también derrumba algunos mitos: después de la realización de una cesárea, el 70 a 80% de las mujeres pueden tener un parto vaginal. Sólo después de dos cesáreas resulta riesgoso recurrir al parto normal.

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