En el Centro de Columna de Clínica Universidad de los Andes abordamos de forma integral las enfermedades y lesiones de la columna vertebral, combinando diagnóstico preciso, tratamientos conservadores y cirugías de alta complejidad con tecnología de última generación.
Contamos con un equipo multidisciplinario de especialistas en traumatología, neurocirugía, kinesiología, imagenología y manejo del dolor, lo que nos permite entregar soluciones personalizadas y efectivas para cada paciente. Entre las patologías que tratamos se encuentran hernias cervicales y lumbares, escoliosis, estenosis espinal, fracturas vertebrales y enfermedades degenerativas.
Ofrecemos opciones quirúrgicas mínimamente invasivas y técnicas avanzadas como la cirugía robótica, que permiten una recuperación más rápida, menos dolor y mejores resultados funcionales. Nuestro enfoque siempre busca preservar la calidad de vida, reducir al máximo la intervención y optimizar la recuperación del paciente.
Clínica Universidad de los Andes combina experiencia médica, tecnología de alto nivel y un compromiso profundo con tu bienestar para entregar atención de excelencia a quienes buscan soluciones especializadas en salud de columna.
Los signos o síntomas de tumores vertebrales dependerán del tipo de tumor y de la zona afectada, pero pueden incluir los siguientes:
- Dolor en la zona del tumor.
- Dolor de espalda que se irradia a otras partes del cuerpo.
- Dolor de espalda que empeora por las noches.
- Pérdida de la sensibilidad en los brazos o piernas.
- Debilidad muscular.
- Dificultad para caminar.
- Pérdida de la función intestinal o vesical.
- Parálisis en distintas zonas del cuerpo.
La causa de los tumores vertebrales es desconocida. Sin embargo, se asocian a genes defectuosos que pueden ser heredados o adquiridos. También pueden deberse a factores ambientales como, por ejemplo, la exposición a determinadas sustancias químicas.
Una gran cantidad de los tumores vertebrales ocurren por metástasis, es decir, se han extendido desde otros tumores ubicados en otros órganos del cuerpo.La columna está formada por 33 vértebras que se dividen en 5 grupos: cervicales (7 vértebras), dorsales o torácicas (12 vértebras), lumbares (5 vértebras), sacras (5 vértebras) y coccígeas (4 vértebras). Éstas protegen a la médula espinal, le dan soporte al cuerpo y permiten el movimiento.
Los tumores vertebrales se clasifican en benignos y malignos. La mayor frecuencia corresponde a los malignos y, de esos, la mayoría son tumores metastásicos. Menos habituales son los tumores malignos primarios.
Por lo general, los tumores que afectan a las vértebras son el resultado de metástasis de tumores de otros órganos como, por ejemplo, cáncer de próstata, mama, pulmones o riñones. Sin embargo, con menos frecuencia aparecen tumores primarios, es decir, comienzan en los huesos de la espina dorsal y pueden ser del tipo cordoma, condrosarcoma, osteosarcoma, plasmacitoma y sarcoma de Ewing.
El tumor puede estar sobre el hueso, en ocasiones, afectar la estabilidad vertebral o fracturar los huesos y, en casos más graves, el tumor podría comprimir el sistema nervioso generando dolor o daños neurológicos.
Se puede sospechar de un tumor vertebral mediante estudios radiológicos. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico se debe realizar una tomografía computarizada y una resonancia magnética.
El tratamiento tiene como objetivo eliminar el tumor por completo. En ocasiones, algunos tumores son pequeños y no cancerosos y sólo necesitan ser observados.
- Cirugía: es necesario realizar un procedimiento quirúrgico para extirpar los tumores vertebrales. La tecnología permite alcanzar tumores de difícil acceso. También se puede realizar la cirugía controlando el funcionamiento de la médula espinal y otros nervios para reducir el riesgo de lesiones. En ocasiones, durante la cirugía se puede aplicar ultrasonido para romper los tumores y eliminar ciertos fragmentos de éstos.
En ocasiones, cuando el tumor no puede ser extirpado por completo es necesario realizar quimioterapia y/o radioterapia.
- Radioterapia: en este tratamiento se utilizan haces de energía de alta potencia para destruir células cancerosas. Este tratamiento puede ser utilizado antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor para que sea más fácil extirparlo y se puede combinar con quimioterapia si el cáncer está muy avanzado.
- Radiocirugía estereotáctica: se aplica una dosis alta de radiación orientada en una zona específica.
- Quimioterapia: se utilizan medicamentos para destruir las células cancerosas o impedir su crecimiento. Estos fármacos pueden ser administrados de forma intravenosa u oralmente y, en ocasiones, se pueden administrar de ambas formas.
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