Actualización al 2021
Consiste en la extirpación quirúrgica de las amígdalas, dos glándulas con forma de almohadillas ovaladas, que se encuentran en la parte posterior de la garganta.
Es una cirugía que se realiza mayormente en niños entre los 2 y los 10 años, pero por diversas razones puede ser realizada a cualquier edad.
- Dolor de garganta de moderado a intenso, durante una o dos semanas
- Dolor de cuello, oídos
- Dificultad para tragar
- Mal aliento
- Amigdalitis bacterianas o virales recurrentes
- Problemas respiratorios por amígdalas grandes
- Halitosis por tonsilolitos
- Tratamiento para la respiración asociada a trastornos del sueño como ronquidos y apneas
Es fundamental realizar reposo sin actividad física durante varios días, luego de la cirugía.
En una primera etapa, la ingesta de alimentos debe ser en base a preparaciones fáciles de tragar, papillas, sopas, helados. A medida que se vayan tolerando, deben incorporarse alimentos que se puedan masticar y tragar. Se deben evitar los alimentos ácidos, muy condimentados y duros, pues podrían provocar dolor o sangrado. Es muy importante beber mucha agua, para evitar deshidrataciones
Seguir las indicaciones del médico en relación a la toma de analgésicos o medicamentos indicados.
Se realiza bajo anestesia general y a grandes rasgos consiste en la extirpación del tejido amigdalino, a través de la boca. En promedio demora entre media, a una hora.
Luego de la cirugía, se realiza un post operatorio de recuperación de algunas horas, siendo posible el alta a domicilio en forma ambulatoria.