Es un examen para evaluar la capacidad auditiva, nos permite saber si la audición está dentro de valores normales o si existe algún grado de pérdida auditiva, cuantificando su grado y tipo.
Se mide en unidades llamadas decibeles. Aquí algunos ejemplos:
Es un examen ambulatorio, que no produce molestias ni dolor. Dura alrededor de 20 minutos.
Se realiza en una cabina insonorizada, el paciente permanece sentado y debe utilizar fonos para la medición, mediante los cuales se emitirán sonidos y pitidos con diferentes intensidad y tono.
El paciente debe indicar cada vez que los escuche, para identificar a qué volumen y tono escucha o no los sonidos.
Luego, se dictan palabras, las que debe repetir, lo que permite conocer su capacidad de discriminar, es decir, cuánto entiende de lo que escucha. Se aplicarán otras pruebas en caso necesario, como medición de la audición por vía ósea entre otras.
Para todas las personas con sospecha de pérdida auditiva
Para adultos mayores, así es posible detectar a tiempo algún déficit auditivo
Para quienes han sufrido algunas enfermedades que pudieran afectar la audición, tales como otitis a repetición, meningitis, accidentes a nivel cerebral, entre otros
No necesitan preparación previa ni tiene contraindicaciones.
Debe presentar orden médica,