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Daño hepático crónico

Actualización al 2021

El hígado es un órgano crucial para el funcionamiento del organismo, ya que participa en funciones como la desintoxicación, la síntesis de proteínas y el almacenamiento de nutrientes.

El problema es que, en ocasiones, debido a diferentes causas puede verse afectado. Entre las condiciones médicas más comunes que alteran el funcionamiento del hígado podemos mencionar el daño hepático.

Se trata de una lesión o deterioro de las células del hígado, frente a la cual el organismo intenta curarse por sí mismo. En el proceso, se forman cicatrices que comienzan a reemplazar el tejido hepático (fibrosis).

En Clínica Universidad de los Andes contamos con médicos gastroenterólogos y hepatólogos, especialistas en el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de enfermedades del hígado.

¿Qué causa el daño hepático?

El daño hepático puede ser consecuencia de diversas causas. Entre ellas podemos mencionar:

  • Consumo excesivo de alcohol: El alcohol puede causar inflamación y cicatrización en el hígado.
  • Infecciones virales: La infección crónica con virus de la hepatitis B, C o D puede provocar inflamación sostenida en el hígado.
  • Enfermedades metabólicas: Condiciones como la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) pueden provocar acumulación de grasa en el hígado, lo que se puede traducir en un daño hepático.
  • Toxicidad de medicamentos: El uso prolongado o en exceso de ciertos medicamentos, incluso algunos de venta libre, puede causar daño hepático.

¿Cuáles son los factores de riesgo de desarrollar daño hepático?

Los factores de riesgo para desarrollar daño hepático son diversos y pueden estar relacionados con diferentes comportamientos, condiciones médicas o factores genéticos. Entre ellos podemos mencionar:

  • Consumo excesivo de alcohol
  • Infecciones crónicas del hígado (hepatitis B, C o D)
  • Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA)
  • Enfermedades autoinmunes del hígado
  • Enfermedades genéticas (hemocromatosis y enfermedad de Wilson)
  • Consumo de medicamentos y sustancias tóxicas
  • Insuficiencia cardiaca congestiva
  • Factores metabólicos (obesidad, diabetes y resistencia a la insulina)
  • Antecedentes familiares de enfermedades hepáticas

¿Cuáles son los síntomas del daño hepático?

Los síntomas del daño hepático pueden variar en intensidad y presentación. Es decir, puede manifestarse a través de diferentes signos y síntomas. 

Síntomas de daño hepático

  • Fatiga
  • Pérdida de apetito
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor e hinchazón abdominal
  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel y las escleras de los ojos producto de la acumulación de bilirrubina)
  • Orina oscura y heces claras

Es fundamental destacar que, en las etapas tempranas, las enfermedades hepáticas pueden no presentar síntomas evidentes, lo que subraya la importancia de las evaluaciones médicas regulares, especialmente para aquellos pacientes con factores de riesgo

¿Cómo se pueden prevenir el daño hepático?

La prevención implica adoptar hábitos de vida saludables y evitar factores de riesgo conocidos. Algunas recomendaciones para prevenir el daño hepático son:

  • Moderar el consumo de alcohol
  • Mantener un peso saludable
  • Evitar el consumo de sustancias tóxicas
  • Vacunarse contra la hepatitis
  • Mantener controladas las enfermedades crónicas
  • Evitar el uso indiscriminado de medicamentos
  • Realizar chequeos médicos regulares
  • Consumir una dieta balanceada
  • Conocer y gestionar los factores de riesgo

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de esta condición implica una evaluación médica completa que puede incluir una variedad de exámenes y procedimientos:

  • Historia clínica y examen físico: El médico recopila información sobre los síntomas, la historia médica y los factores de riesgo. Además, realiza un examen físico para buscar signos de daño hepático.
  • Exámenes de sangre: Los análisis de sangre pueden proporcionar información sobre la función hepática y detectar la presencia de enzimas hepáticas, marcadores virales y otros indicadores de daño hepático.
  • Exámenes de imágenes: Las pruebas de imagen como la ecografía abdominal, la tomografía computarizada (TAC o scanner) y la resonancia magnética (RM) pueden proporcionar imágenes detalladas del hígado y detectar cambios en su tamaño, forma o estructura.

¿Cuál es el tratamiento del daño hepático?

El tratamiento depende de la causa subyacente y de la gravedad de la enfermedad. Es fundamental abordar la causa raíz para prevenir la progresión del daño hepático. Algunos enfoques generales de tratamiento son:

  • Manejo de la causa subyacente: Identificar y tratar la causa subyacente del daño hepático es crucial. Por ejemplo, si la hepatitis viral es la causa, se pueden usar medicamentos antivirales.
  • Estilo de vida saludable: Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y abstenerse del consumo de alcohol, puede ayudar a mejorar la salud hepática y prevenir la progresión del daño.
  • Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para controlar síntomas específicos o tratar enfermedades subyacentes. Por ejemplo, en la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), se pueden utilizar medicamentos para controlar la diabetes o reducir los niveles de grasa en el hígado.
  • Abordaje multidisciplinario: El tratamiento del daño hepático a menudo implica un equipo multidisciplinario que puede incluir hepatólogos, gastroenterólogos, nutricionistas y otros profesionales de la salud.

¿Qué esperar del tratamiento?

Es importante destacar que el éxito del tratamiento puede variar según la causa y la gravedad del daño hepático, así como la respuesta individual del paciente. Además, algunas formas de daño hepático pueden ser irreversibles, y el objetivo del tratamiento puede ser ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.

Por ejemplo, se puede utilizar medicación para controlar los síntomas asociados con el daño hepático, como la fatiga y la ascitis (acumulación de líquido en el abdomen).

¿Dónde lo tratamos?

 

Programa multidisciplinario que cuenta con especialistas en hepatología, radiología, cirugía digestiva y hepatobiliar, nutriología, nutrición, diabetología, medicina del deporte, abocados al diagnóstico, tratamiento y seguimiento de enfermedades hepáticas.

Nuestro servicio de Endoscopía realiza una amplia gama de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, con los más altos estándares de calidad y de servicio, pues buscamos ofrecer la mejor atención médica y, al mismo tiempo, entregar al paciente el trato humano y el acompañamiento que necesita para sentirse tranquilo y acogido durante su atención.

El centro cuenta con médicos gastroenterólogos, cirujanos digestivos, cirujanos endoscopistas, especialistas en enfermedades respiratorias (broncopulmonares), ginecólogos obstetras y urólogos, quienes, junto a un completo equipo de enfermeras y técnicos en enfermería altamente entrenados.

Equipo médico

Dra. Nidia Fabiola Castro Preter

Gastroenterología - Hepatología - Endoscopía Digestiva Adulto

Dra. Lorena Castro Solari

Gastroenterología Adulto - Hepatología

Dr. Gabriel Mezzano Puentes

Gastroenterología - Hepatología - Endoscopía Digestiva Adulto

Dr. Alex Escalona Pérez

Cirugía General – Cirugía Digestiva – Endoscopía Digestiva

Dr. Jorge León Celsi

Cirugía General – Cirugía Digestiva

Dr. Enrique Lanzarini Sobrevía

Cirugía General – Cirugía Digestiva - Endoscopía Digestiva

Dr. Nicolás Devaud Jaureguiberry

Cirugía General - Cirugía Digestiva

Dr. Alexandre Sauré Maritano

Cirugía Digestiva - Cirugía General

Dr. Álvaro Contreras Sepúlveda

Diabetología - Nutriología Adulto - Tecnologías y Bomba de insulina - Diabetes gestacional

Dra. Lia Miranda Assef

Diabetología

Dr. Aníbal Donoso Henríquez

Diabetología - Nutriología Adulto

Camilla Valdatta Gómez

Nutricionista - Centro de Enfermedades Digestivas

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