Actualización al 2021
Se llama enfermedad renal crónica (ERC) a un daño prolongado e irreversible que sufren los riñones, perdiendo la capacidad de depurar los desechos y eliminar el líquido de la sangre, y que puede empeorar con el transcurso del tiempo.
La ERC se clasifica en cinco etapas en función del grado de daño renal y de lo bien (o mal) que funcionen aún los riñones. Así, en la etapa 1, el daño renal es leve y lo más probable es que la persona no tenga ningún síntoma. En cambio, en la etapa 5, los riñones ya no funcionan. A esta situación se la llama falla renal y significa que la persona necesita recibir diálisis o un trasplante renal.
Según cifras del Ministerio de Salud, entre un 11 y un 13% de la población general mundial presenta ERC, mientras que, en nuestro país, 25 mil personas están en terapia de reemplazo renal por causa de la enfermedad renal crónica.
En las primeras etapas de una enfermedad renal crónica, el paciente podría no presentar ningún síntoma.
Los signos o síntomas que se pueden presentar en una etapa avanzada son los siguientes:
Asimismo, cuando los riñones no funcionan tan bien como debieran, pueden aparecer otros problemas médicos, como, por ejemplo:
Las dos causas más frecuentes de la enfermedad renal crónica son:
Diabetes: la alta concentración de azúcar en el torrente sanguíneo puede dañar los riñones.
Presión arterial alta (hipertensión arterial): la fuerza que ejerce la sangre en los vasos sanguíneos es demasiado alta, lo que puede dañar los vasos sanguíneos y provocar ERC.
Existen también algunas afecciones renales que pueden conducir a una enfermedad renal crónica, tales como:
Adicionalmente, existen algunos factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedad renal crónica tales como:
En Chile, la enfermedad renal crónica está cubierta por el GES, el cual entrega cobertura de hemodiálisis, peritoeneodiálisis y trasplante renal.
En Clínica Universidad de los Andes, el médico recomendará al paciente la realización de análisis y procedimientos que confirmen la existencia de una enfermedad renal crónica, los que incluyen análisis de orina y de sangre; ultrasonido o tomografía a los riñones y, en ocasiones, se realiza una biopsia renal.
Cuando el paciente es diagnosticado con enfermedad renal crónica, el tratamiento consistirá en controlar los síntomas, reducir las complicaciones y retrasar el progreso de la enfermedad. Sin embargo, esta patología, como muchas otras enfermedades crónicas, no tiene cura.
Los tratamientos de las complicaciones de la enfermedad renal crónica incluyen:
Cuando los riñones no son capaces de depurar por sí solos los desechos o los líquidos, es necesario realizar diálisis o un trasplante renal. Si no se realizan estos tratamientos, la esperanza de vida será de solo algunos meses.
Dr. Fernando González Fuenzalida
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