Acalasia esofágica

Actualización al 2022

La acalasia esofágica es un trastorno poco común del esófago, el conducto que lleva los alimentos desde la boca hasta el estómago. En la acalasia, los músculos del esfínter esofágico inferior (EEI) no se relajan adecuadamente, lo que dificulta el paso de los alimentos y líquidos hacia el estómago; y hay ausencia de peristalsis (contracciones) del esófago, lo que en el tiempo produce una dilatación importante de este órgano (megaesófago).

Entre sus principales complicaciones aparecen desnutrición, neumonía por aspiración y cáncer de esófago.

En Clínica Universidad de los Andes contamos con el Programa de Enfermedades del Esófago, primero en Chile especializado en el diagnóstico y manejo de las patologías que afectan al esófago. El programa está a cargo de un equipo médico multidisciplinario de cirujanos digestivos, endoscopistas, gastroenterólogos, radiólogos, nutriólogos y nutricionistas; y cuenta con avanzada tecnología para la realización de estudios diagnósticos y terapéuticos.

¿Cuáles son las causas?

No se conoce la causa exacta de esta enfermedad, pero se cree que puede estar relacionada con la degeneración de los nervios en el esófago.

¿Cuáles son los factores de riesgo de desarrollar acalasia esofágica?

Algunos factores de riesgo pueden ser:

Edad: es más común en personas de entre 25 y 60 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad.
Genética: existe evidencia de que esta patología puede tener un componente genético, ya que a veces se observa en múltiples miembros de una misma familia.
Infecciones virales: algunos estudios sugieren que ciertos virus, como el virus del herpes simple, podrían estar asociados con un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Factores autoinmunes: se ha sugerido que los trastornos autoinmunes, en los que el sistema inmunológico ataca por error el tejido del cuerpo, podrían estar relacionados con la acalasia.
Lesiones nerviosas: daños en los nervios que controlan los músculos del esófago pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad.
Ingesta de ciertos alimentos o líquidos: aunque no está claro, algunos estudios han sugerido que el consumo regular de ciertos alimentos o líquidos muy calientes podría aumentar el riesgo.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más comunes de la acalasia esofágica incluyen:

Disfagia: dificultad para tragar, especialmente alimentos sólidos. La sensación es como si los alimentos quedaran atascados en el esófago.
Regurgitación: la comida no digerida y los líquidos pueden regresar hacia la boca poco después de comer, a menudo acompañados de un sabor amargo.
Dolor en el pecho: la acumulación de alimentos y líquidos en el esófago puede causar dolor o molestias en el pecho, que a menudo se confunden con el dolor de la acidez estomacal o reflujo gastroesofágico.
Pérdida de peso: debido a la dificultad para tragar y la disminución del apetito, algunas personas pueden perder peso involuntariamente.
Regurgitación nocturna: la regurgitación de alimentos y líquidos puede ocurrir más frecuentemente al acostarse, e interferir el sueño.
Sensación de plenitud: se da en el pecho después de comer, incluso si se ha comido solo una pequeña cantidad de alimentos.

Estos síntomas pueden variar en severidad de una persona a otra y pueden empeorar con el tiempo si no se tratan adecuadamente.

¿Cómo se puede prevenir?

La acalasia esofágica no se puede prevenir completamente, debido a que su causa exacta aún no está totalmente entendida. Sin embargo, existen algunas medidas que podrían ayudar a reducir el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la acalasia o a manejar mejor los síntomas una vez que se ha diagnosticado:

Mantener un peso saludable: esto puede ayudar a reducir la presión sobre el esfínter esofágico inferior (EEI) y puede ayudar a aliviar los síntomas.
Evitar el tabaquismo: fumar puede empeorar los síntomas y aumentar el riesgo de complicaciones, como el cáncer de esófago.
Evitar el consumo excesivo de alcohol y cafeína: estas sustancias pueden irritar el esófago y empeorar los síntomas en algunas personas.
Masticar bien los alimentos: puede ayudar a facilitar su paso a través del esófago y reducir el riesgo de que se produzcan obstrucciones.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la acalasia esofágica, generalmente, implica una combinación de evaluación clínica, pruebas de diagnóstico por imágenes y procedimientos especializados.

Historia clínica y examen físico: el médico recopila información detallada sobre los síntomas e historial clínico, y realiza un examen físico enfocado en la zona del pecho y el abdomen.
Manometría esofágica de alta resolución: esta prueba mide la presión en el esófago, la capacidad de los músculos esofágicos para mover los alimentos hacia el estómago (contractilidad), y la capacidad del esfínter esofágico inferior para relajarse y dejar pasar los alimentos al estómago. Es el examen que entrega el diagnóstico de certeza de esta enfermedad.
Radiografía esófago-estómago-duodeno: es un estudio radiológico que consiste en tomar un medio de contraste por vía oral, para observar la forma del tracto digestivo superior y el paso del contraste a través de él.
Endoscopía: esta permite al médico examinar directamente el revestimiento interno del esófago (mucosa) en busca de anomalías, como inflamación o tumores.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la acalasia esofágica se enfoca en aliviar los síntomas y mejorar la capacidad de tragar. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

Dilatación esofágica: durante este procedimiento, se utiliza un endoscopio para guiar un globo o un dispositivo de dilatación a través del esófago hasta el esfínter esofágico inferior (EEI). Luego, se infla el globo para estirar y abrir el esfínter y permitir un mejor paso de alimentos y líquidos hacia el estómago.
Inyección de toxina botulínica: ayuda a relajar temporalmente los músculos y mejorar el paso de alimentos y líquidos. Sin embargo, los efectos de esta terapia suelen ser temporales y pueden durar solo unos meses.
Cirugía: la miotomía esofágica laparoscópica es un procedimiento quirúrgico que implica cortar las fibras musculares del esfínter esofágico inferior para permitir un mejor paso de alimentos y líquidos hacia el estómago, además, se realiza una válvula anti-reflujo gastroesofágico, ya que, al cortar las fibras del esfínter, se puede producir reflujo como consecuencia. Este procedimiento es el tratamiento de elección en esta patología.
POEM (miotomía endoscópica peroral): corresponde a una cirugía que se realiza por vía endoscópica, y que consiste en cortar las fibras del esfínter esofágico inferior.

¿Dónde lo tratamos?

Programa de Enfermedades del Esófago

Primer espacio en Chile especializado en el diagnóstico y manejo de las patologías que afectan al esófago. El Programa está a cargo de un equipo médico multidisciplinario de cirujanos digestivos, endoscopistas, gastroenterólogos, radiólogos, nutriólogos y nutricionistas; y cuenta con avanzada tecnología para la realización de estudios diagnósticos y terapéuticos.

Cirugía digestiva

Esta especialidad comprende intervenciones de mediana y alta complejidad de enfermedades del sistema digestivo y hernias, para lo cual cuenta con un equipo médico especializado. El enfoque multidisciplinario contribuye a que se pueda cumplir con estándares exigentes de calidad, para resguardar la seguridad y bienestar del paciente.

Clínica Universidad de los Andes cuenta con pabellones quirúrgicos altamente tecnologizados, entre los que se destacan los pabellones integrados que permiten el acceso en línea a la información de imágenes y laboratorio del paciente para facilitar la oportuna toma de decisiones.

Gastroenterología

Especialidad dedicada al diagnóstico y tratamiento de enfermedades que afectan al tubo digestivo y sus glándulas anexas. Se ocupa de todas las afecciones del aparato digestivo conformado por el esófago, estómago, hígado, páncreas, intestino delgado, colon y recto.

Cirugía endoscópica

La Unidad de Cirugía Endoscópica realiza procedimientos mínimamente invasivos que permiten obtener un diagnóstico precoz a lesiones del tubo digestivo alto y bajo, así como también realizar procedimientos terapéuticos en caso de hemorragias, obstrucción, volvulación, entre otros.

Este servicio lo cubren especialistas para situaciones electivas y de urgencia, además del permanente apoyo y cooperación multidisciplinaria de servicios como Laboratorio Clínico e Imágenes, que contribuye a obtener un diagnóstico preciso y manejar las mejores alternativas de tratamiento.

Nutrición

La Unidad de Nutrición ayuda a superar problemas relacionados con los hábitos alimentarios en adultos y niños y entrega también orientación, a través de pautas de alimentación, a personas sanas que deseen mejorar su estilo de vida a través de una dieta balanceada.

Centro de Enfermedades Digestivas

El Centro de Enfermedades Digestivas responde a la necesidad que tienen cada vez más pacientes por requerir una atención coordinada, integral y con profesionales de primer nivel, para detectar y realizar los tratamientos más indicados, según cada caso. Este Centro es el único en Chile, y su principal propósito es satisfacer de forma integral las necesidades que tienen los pacientes con respecto a la prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de sus patologías.

Además de contar con un equipo multidisciplinario, tenemos los más altos estándares de seguridad y equipos con tecnología de punta para el mejor manejo de los pacientes.