Actualización al 2023
La urticaria crónica espontánea es una condición de la piel caracterizada por la presencia recurrente de ronchas que se presentan como lesiones elevadas y rojizas, además de picazón que, a menudo, se asocia a edema de labios o de párpados (angioedema).
Se considera crónica cuando dura más de seis semanas, pudiendo extenderse por meses o años, a diferencia de la urticaria aguda, que se resuelve dentro de un corto período de tiempo y tiene un gatillante conocido.
Nuestras inmunólogas del Programa de Alergias pueden realizar una evaluación integral a quienes presentan esta enfermedad para comenzar un tratamiento cuanto antes, reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de cada paciente.
La urticaria crónica se reconoce, principalmente, por las ronchas rojas, elevadas y pruriginosas. Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y variar en tamaño y forma. La picazón intensa puede afectar significativamente la calidad de vida del paciente y en el 50% de los casos se asocia a edema de otras partes del cuerpo como labios y párpados.
Los síntomas pueden desaparecer en forma espontánea luego de varias semanas, meses o años, pero con ayuda de tratamientos específicos se puede detener su evolución natural.
En la mayoría de los casos no se puede determinar una causa específica. Las ronchas en la piel aparecen frecuentemente durante el día o en forma intermitente y no es posible asociarlo a algún gatillante en especial, aunque pueden aumentar en contexto de uso de antiinflamatorios, alcohol o por estrés.
Dentro de este grupo están las urticarias crónicas gatilladas por un estímulo físico como frío, calor, vibración, agua, sol y presión. La más frecuente de estas es el dermografismo que se caracteriza porque la piel se pone roja, pica y toma la forma en que fue realizado el rascado.
Es importante hacer el diagnóstico diferencial con alergia a fármacos, infecciones crónicas, enfermedades autoinmunes y síndromes autoinflamatorios. Para esto es necesario hacer exámenes generales, serologías infecciosas y exámenes autoinmunes.
El tratamiento de la urticaria crónica implica abordar tanto los síntomas agudos como la prevención de nuevos brotes, evitando los factores exacerbantes mencionados, y lograr el máximo control de los síntomas.
Algunas opciones de tratamiento incluyen:
Inmunología y Alergología Adulto