Actualización al 2020
Esta enfermedad respiratoria se produce por la inflamación crónica de los bronquios, lo que obstruye las vías aéreas, provocando dificultad respiratoria y tos.
Se estima que un 10% de la población puede sufrir algún grado de asma.
Puede afectar a personas de todas las edades.
- Sibilancias: Silbidos al respirar.
- Tos.
- Disnea: Falta de aire.
- Presión en el pecho.
Los síntomas del asma bronquial suelen aparecer en las primeras horas del día y en la noche, al hacer ejercicio o cuando se cursa un resfrío. Cuando empeoran, se habla de “ataque de asma”, el que se puede identificar por:
- Dificultad respiratoria extrema.
- Aumento de las pulsaciones.
- Ansiedad.
- Transpiración.
- Labios azulados.
- Palidez.
La inflamación frecuentemente está relacionada con alergia respiratoria, que compromete a los bronquios. Otras causas son el reflujo gastroesofágico y otras desconocidas.
Los desencadenantes más comunes son:
A nivel respiratorio:
Humo de cigarro u otros irritantes ambientales.
Exposición intensa a alérgenos como caspa de animales, polen, moho, ácaros.
Productos químicos en aerosol.
Aire frío.
Infecciones virales.
Por consumo:
Ciertos alimentos.
Algunos medicamentos.
Otros:
Realización de ejercicios.
Estrés y otras emociones fuertes.
Enfermedades respiratorias .
Qué tratamientos realizamos
Tratamiento farmacológico: el objetivo principal es disminuir la inflamación de la mucosa de los bronquios. Para esto se pueden utilizar antiinflamatorios y corticoides inhalados.
También puede recetarse para uso diario broncodilatadores inhalados de acción prolongada. Cuando se requiere un efecto inmediato, se indica el uso de broncodilatadores inhalados de acción corta.
Además, es útil la ingesta de antialérgicos en caso de que el desencadenante sea un alergeno.
Enfermedades Respiratorias - Endoscopía Respiratoria Adulto
Enfermedades Respiratorias - Endoscopía Respiratoria Adulto
Enfermedades Respitatorias Adulto - Endoscopía Respiratoria Adulto