Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Vuelta a clases: la importancia de un control preventivo de visión y audición

Problemas a la vista o al oído no diagnosticados pueden generar mal desempeño académico.
icono whatsapp 2

Los niños ya están de vacaciones, pasó la Navidad y el Año Nuevo, y muchas familias ya se encuentran comprando con tiempo los útiles escolares y uniformes para la vuelta a clases en marzo. Pero también hay otro ítem que es aconsejable realizar en esta época: el control médico para verificar la visión y la audición de los estudiantes.

Este es uno de los requisitos que piden algunos colegios, y es bueno hacerlo con tiempo durante el verano, para que en caso de que haya alguna alteración, se pueda empezar a tratar y evitar así dificultades en su desempeño escolar por razones médicas.

Por ejemplo, el 80% de los estímulos recibidos son a través de los ojos. Si algo en el sistema visual de los niños falla, pueden aparecer problemas de aprendizaje, déficit de atención, falsas dislexias y otros problemas. La audición, en tanto, también se ha relacionado con algunos casos de déficit atencional o con problemas en el lenguaje.

La Dra. Javiera Pardo, otorrinolaringóloga del Centro de Oído de Clínica Universidad de los Andes, señala que “es importante evaluar la audición de los niños entre los 3 y 4 años de vida, de manera de asegurar que no tengan ninguna enfermedad que se presente en etapa preescolar, como algún tapón de cerumen, que es lo más frecuente y genera sordera en los pequeños. Pero, además, pérdidas de audición más leves o bilaterales, que pueden haber pasado desapercibidas en la evaluación auditiva de recién nacidos, y que les trae problemas a la hora de escuchar en ambientes ruidosos como una sala de clases”.

Este chequeo incluye una audiometría para evaluar la audición y una impedanciometría, que analiza la ventilación del oído medio. Determinar un déficit de audición a temprana edad permitirá a los niños acceder a dispositivos que faciliten su día a día.

Independiente de la vuelta a clases, la Dra. Pardo comenta que “es importante que los papás pongan atención a algunas señales como poner la televisión a un volumen muy alto, no atender las indicaciones dadas o tener otitis reiteradas o dolor de oído. Ante cualquier de ellas, hay que ir a un especialista”.

 

Estamos participando de un estudio de carga genética con la Universidad de Colorado, en menores de 18 años que tienen hipoacusia neurosensorial bilateral severa profunda de causa desconocida y que son candidatos a implante. El 50% de las hipoacusias son por causa genética y el objetivo del estudio es evaluar la carga genética de estos niños para identificar qué gen tienen alterado y así saber la progresión de la hipoacusia y si hay que buscar otras alteraciones en otros órganos.

Nuestro Centro de Oído aborda todas las patologías del oído y está formado por un equipo multidisciplinario con amplia experiencia en el área, tanto de pacientes adultos como pediátricos, con acceso a equipamiento médico de última generación, cirugía robótica y un equipo dedicado a implante coclear. Además, los otorrinolaringólogos y tecnólogos médicos exponen activamente en congresos nacionales e internacionales, y participan en textos médicos sobre la especialidad, como el libro publicado recientemente “Texto de otitis media. Lo básico y más allá”, de la editorial médica Springer, una de las más importantes del mundo.

Control visual

Por su parte la Dra. Olga Acuña, oftalmóloga pediátrica de Clínica Universidad de los Andes, explica que “a partir de los 4 años se debe realizar un estudio completo para evaluar la visión del niño. Sin embargo, si el pequeño tiene algunos síntomas como sospecha de desvío de sus ojos, lagrimeo o dificultades en actividades de motricidad fina o gruesa antes de dicha edad, se debe acudir a un especialista en ese momento y no es necesario esperar”.

El 25% de la población estudiantil puede tener problemas visuales no detectados, siendo los más frecuentes la miopía (ver mal de lejos), la hipermetropía (que cuando es alta provoca mala visión de lejos y cerca), el astigmatismo (ver distorsionado de lejos y cerca), o la ambliopía, comúnmente llamada ojo vago (falla en el desarrollo de la visión durante el periodo de la infancia por una estimulación inadecuada). Los chequeos también permiten diagnosticar otras patologías como estrabismo y catarata infantil.

Adicionalmente, es recomendable un control dental con un odontopediatra y un control de niño sano con el pediatra, que se refiere a chequeos periódicos que deben realizarse a los niños desde su nacimiento, no solo para diagnosticar o tratar enfermedades, sino también para prevenir y detectar a tiempo cualquier anomalía, con el fin de llevar a cabo un tratamiento oportuno. Se trata de evaluar el desarrollo integral de cada paciente. También son instancias de educación a los padres y al niño, y de resolver las dudas que estos tengan al respecto. En este chequeo también se revisará que estén al día todas las  vacunas.

Reserva de hora