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Disautonomía

Actualización al 2023

La disautonomía corresponde a una condición que se origina por una inmadurez o alteración del sistema nervioso autónomo, encargado de controlar acciones involuntarias como la frecuencia cardiaca y respiratoria, la presión arterial, el ensanchamiento o estrechamiento de los vasos sanguíneos y la respuesta al estrés.

Síntomas

La disautonomía puede manifestarse con diversos síntomas de acuerdo a la causa que origina esta condición.

Cardiovasculares:

  • Taquicardia (ritmo cardíaco acelerado)
  • Bradicardia (ritmo cardíaco lento)
  • Palpitaciones
  • Hipotensión ortostática (reducción de la presión arterial al ponerse de pie)

Sistema respiratorio:

  • Dificultad para respirar
  • Sensación de falta de aire
  • Sensación de opresión en el pecho

Sistema nervioso:

  • Sensación de debilidad o fatiga
  • Mareos o desmayos
  • Cefalea
  • Problemas de concentración o memoria

Regulación de la temperatura:

  • Hiperhidrosis (sudoración excesiva) o, por el contrario, sudoración escasa (anhidrosis)
  • Intolerancia al calor o al frío

Gastrointestinales:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Dolor abdominal
  • Cambios en el apetito o la digestión
  • Reflujo gastroesofágico
  • Dificultad para tragar

Causas

La disautonomía afecta más a mujeres, por razones genéticas, y suele desarrollarse en la adolescencia, por los cambios hormonales y el crecimiento. Por eso, en general, se manifiesta menos durante la adultez, pero podría repetirse alrededor de los 70 años.

Algunas enfermedades que pueden provocar disautonomía:

  • Neuropatía diabética: la diabetes mellitus puede dañar los nervios periféricos, incluidos aquellos que controlan el sistema nervioso autónomo
  • Patologías autoinmunes: artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, esclerosis múltiple y enfermedad de Sjögren
  • Enfermedades metabólicas y endocrinas: hipotiroidismo, hipertiroidismo y las enfermedades de Addison y Cushing
  • Lesiones o daño en los nervios.
  • Trastornos neurodegenerativos: Parkinson, Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas pueden alterar la función del sistema nervioso autónomo

Ciertos factores externos también pueden originar disautonomía:

  • Calor: provoca vasodilatación y eso disminuye el flujo sanguíneo cerebral
  • Alcohol: tanto un consumo excesivo como en menor cantidad, pero constante, puede provocar una crisis
  • Estar mucho tiempo de pie
  • El consumo de ciertos medicamentos que pueden bajar la presión, como los diuréticos
  • Los cambios hormonales, como el periodo de la menstruación, también pueden aumentar los síntomas

Tratamientos

El diagnóstico suele ser clínico, ya que lo habitual es que la persona consulte luego de más de un desmayo. Para confirmarlo, el examen que se realiza es el Tilt Test, prueba que permite confirmar el diagnóstico y clasificarla en uno de los 4 tipos existentes:

  • Disautonomía tipo Mixta: baja la presión y la frecuencia cardiaca
  • Disautonomía cardioinhibitoria: Baja la frecuencia cardiaca, pudiendo incluso haber pausas o asistolia (ausencia de actividad eléctrica en el corazón)
  • Disautonomía vasodepresor: Baja solo la presión arterial.
  • POTS: síndrome de taquicardia ortostática postural, se produce por estar de pie, lo que da taquicardia y posteriormente baja la presión arterial.

De acuerdo al resultado obtenido, es el tratamiento farmacológico y no farmacológico que se indicará. Sin embargo, ya que es una condición, no existe una cura definitiva y los pacientes deben adaptarse y mantener siempre las medidas no farmacológicas, que disminuyen en gran porcentaje los eventos. Estas medidas son:

  • Evitar exponerse a gatillantes
  • Hidratación constante, más aún en verano. Si ha habido deshidratación, recuperarla lo antes posible
  • Comer con sal siempre
  • Uso de medias compresivas
  • Evitar el consumo de alcohol

También se pueden sumar terapias sicológicas, principalmente para reducir el estrés, y terapia física u ocupacional para mejorar la capacidad muscular y flexibilidad.

Lo más importante es reconocer cuando uno empieza a sentirse mareado y no esperar a desmayarse, lo que puede llevar a consecuencias graves como TEC cerrado, fractura de nariz, pérdida de piezas dentales, atropellos, entre otros. Por ende, al sentirse mal, hay que recostarse y levantar las piernas de inmediato. No sirve de nada continuar de pie, sentarse, comer algo dulce o salado.

En cuanto a medicamentos, estos dependerán de la causa de la disautonomía, pudiendo tener como objetivo, por ejemplo, aumentar la presión arterial, controlar la taquicardia o mantener bajo control la sudoración excesiva.

Equipo médico

Dr. Christian Karmelic Serrano

Cardiologia - Electrofisiología

Dra. Cindy Goldberg Brizzi

Medicina Interna - Cardiología General - Prevención Cardiovascular

Dra. Marianella Seguel Ramírez

Cardiología

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